El trayecto del Camino de Santiago y la situación de Puerta Obispo como entrada y salida del recinto amurallado de Astorga, se erigen como verdaderos artífices del diseño del barrio actual. Su mismo nombre, seguramente tenga en esto su origen.

Y salían los peregrinos de Astorga por Rectivía, San Pedro de Rectivía.1

El desarrollo urbano de la ciudad.

Pamplona, León y Astorga, además de tener unos comunes antecedentes romanos, fueron tempranas sedes episcopales. Mas, a pesar de esas similitudes y de que vieran las tres pasar el mismo flujo de peregrinos, su desarrollo urbano fue muy distinto.

León que quedó desierta tras la invasión árabe y fue repoblada a mediados del siglo IX, fue, junto con Barcelona, la primera población de la España cristiana en que, en el siglo X, se esboza una vida propiamente urbana (VALDEAVELLANO, 1975, 108-118), o, según otros autores, preurbana: aparte de ser sede episcopal desde el IX y capital del reino astur desde principios del X, ya antes de la eclosión jacobea contaba con cierta actividad artesanal, celebraba mercado semanal fuera de las murallas y mantenía relaciones comerciales con la España musulmana. A la vieja “civitas” romana y episcopal que en el X recuperó el pulso urbano se le añadieron en los siglos XI y XII barrios mercantiles, uno de ellos llamado “vico francorum”. Estos barrios mercantiles, situados extramuros del viejo recinto romano, crecieron espontáneamente, sin un trazado regular, ni un plan de conjunto.

En Astorga, tampoco se aprecian trazados regulares, ni en el recinto romano, ni en los primeros burgos comerciales. Quizás las destrucciones de que fue objeto por parte de los visigodos a mediados del siglo V y de Almanzor a finales del X, y la casi continua ocupación del lugar contribuyeron a borrar o deformar las iniciales trazas romanas. Y en lo tocante a los barrios medievales añadidos a la ciudad romana, la relativa excepción en cuanto a trazado la constituye un arrabal tardío, de fines del XIII, llamado de “Rectivía”, señal de que la rectitud de esa vía tenía algo de singular en la Astorga de la época. Dicha vía recta, era el eje del arrabal y por ella pasaban los peregrinos a su salida del recinto murado, respecto a la que se trazó perpendicularmente.

Si en León y Astorga, exceptuando las murallas, las trazas romanas se difuminaron o deformaron en buena medida y el crecimiento medieval fue en general espontáneo, en Pamplona ocurrió lo contrario.2

Itinerario del Camino de Santiago.

Desde la catedral, y para salir de la ciudad, el camino continuaría hacia Puerta Obispo, en dirección aproximada a la que hoy lleva la calle de aquel nombre -hoy de Leoncio Nuñez3-, o bien siguiendo la de la posterior4, paralela a ésta y más al oriente para salir fuera de muros por Puerta Obispo a San Pedro de Afuera y arrabal de Rectivía.5

Ya dijimos, al tratar del nombre de Rectivía, que en 1381 un peregrino, Geofroi de Buletot, escribe sobre Astorga: Hay juderías, rúa de los Francos, Caleya yerma, y una salida, por Rectivía, hacia la Maragatería y Compostela.

En la frase, un inquietante artículo indeterminado parece nos quiere poner en la pista de que pudiera haber más de una forma de abandonar la Astorga intramuros saliendo por Puerta Obispo. Una vez fuera de las murallas girando hacia la izquierda por la orilla de los muros, donde probablemente se encontraba el hospital de Santo Tomás, se accedería al hoy camino de San Andrés que nos lleva hasta las inmediaciones de Valdeviejas; incluso pudiera llegarse hasta Fuentencalada y seguir por la orilla del Jerga hasta encontrar el camino al Bierzo por Foncebadón.

Aunque estas opciones fueran utilizadas, pronto fueron perdiendo uso por la ruta actual, más segura y atendida, es decir, saliendo por Puerta Obispo y siguiendo recto, por la vía recta, por la recti-vía, independiente del posterior recorrido elegido, por Foncebadón a Molinaseca y Ponferrada, o por el más accesible puerto de Manzanal, cruzando la vega del Boeza.6

Que esta forma de abandonar Astorga fue la habitual y más comúnmente aceptada, puede deducirse por el hecho de que en este tramo estaban los hospitales de Los Palmeros y San Lázaro, y las capillas de San Pedro de Afuera y Los Mártires.

Obra que se cita, página 276 Vazquez de Parga señala la alternativa a pasar por la actual calle de Los Mártires, siendo esta calle hoy en día la senda mas comúnmente empleada:

Con el mismo trazado que la actual carretera de Madrid a La Coruña, continuaba hasta las ventas de Peñicas, desde donde descendía para entrar en Valdeviejas. En el plano de Santocildes puede observarse el punto de bifurcación entre los itinerarios de Galicia y de Foncebadón, según aparecen en él rotulados.7

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El apoyo a los peregrinos. Capillas y hospitales.

La ciudad de Astorga tuvo gran importancia en los siglos medios, periodo en que se gestó el actual barrio de Rectivía y que contribuyó en las fundaciones con su población, algunas de las cuales estaban en su delimitación geográfica. La rúa de Los Francos, actual calle de San Pedro, está documentada desde 1173.

Con palabras de Vázquez de Parga,

Destaca en primer lugar el gran número de hospitales que en la ciudad existían, en su mayor parte desde la Edad Media. De los datos que poseemos resalta que sólo Burgos aventajaba a Astorga en relación de veinticinco a veintidós.8

También Huidobro resalta su importancia:

Si se exceptúan Burgos, Salamanca y Toledo, no hay ciudad que tuviera en los siglos medios tantos hospitales como Astorga; y si se tiene en cuenta que Burgos es cabeza de Castilla, Salamanca, por su gloriosa Universidad, a la que afluían miles de estudiantes, disponía de fundaciones abundantes, y Toledo era desde Alfonso VI nuestra ciudad imperial, aún sube de punto la notable importancia de Astorga en su aspecto de ciudad hospitalaria, merecedora de un puesto muy destacado en la historia de la beneficencia.

El hecho no admite más explicación que la religiosidad de la población y el camino de peregrinos compostelanos.

La necesidad de hospitales en la población era impuesta por ser Astorga el punto de arranque de los dos caminos de peregrinos, el que iba por el puerto de Foncebadón y el que subía por el puerto de Manzanal y Brañuelas, pasos temerosos que ponían a prueba la resistencia y salud de los caminantes.9

Por último, esto es la parte de lo que nos dice sobre Astorga el ya citado Geofroi de Buletot de su etapa del 9 de abril de 1381, que también aprecia como dato significativo los numeros hospitales existentes.

Pasé del Páramo a la Ribera, para avistar, al poco tiempo, Astorga, desde una planicie llamada el "Alto de San Justo". Entré por la calzada romana y por Puerta Sol, junto a la que se acurrucan no menos de cinco hospitales. Han prosperado bastante los hospedajes de los gremios. Y casi cada uno ha constituido su hospitalillo y amplía su caridad gremial a los romeros. Muchos astorganos han visitado Jerusalén, hasta el punto de organizar la cofradía de los palmeros. Hay tradición local, desde Santo Toribio y la Monja Eteria. Por haber, hay devoción hasta a Santo Tomás de Cantorbery, el modernísimo santo inglés, y tal cosa se debe a que uno de sus familiares es canónigo de Astorga; también se venera a la Virgen francesa de Rocamador.

En un nicho me dijeron que emparedaban a las penitentes, quienes suplican ululantes perdón y oraciones de los caminantes compostelanos que pasan, a la verita misma de la Catedral románica. Existe un nosocomio u hospital para ingleses. Por cierto que de camino hacia Astorga me he tropezado con piezas de museo, como algunos peregrinos que vienen de lejos, haciendo la romería por cumplir una sentencia civil. Otros discurrían desnudos, con un hierro, agazapado a los pies; los de más allá atados con sogas y cordeles, como recua, avanzan en bandadas. Mujeres hay con vestidos sumamente blancos, equivalentes, en femenino, a la pena masculina de desnudez peregrinante con "fierro". Me cuentan que hubo dos santos que hicieron todo el trayecto de la peregrinación de rodillas. Si he sufrido yo tanto, de ir a pie, ¿qué calamidades no habrán pasado ellos? En general, puedo comentarte lo bien que se portan los médicos de los hospitales, así como los boticarios y especieros, que atienden al alambique.

En nuestras conversaciones de camino, sacamos a colación los nuevos remedios contra enfermedades, ya popularizadas en otras tierras, así como el de las piedras que preservan contra determinadas enfermedades. En los hospitales más amplios y mejor dotados, he hallado quien entiende mi idioma; hay adscrito, al menos en francés, un intérprete o linguajero. Los médicos se detienen a mirar "las aguas" de los peregrinos. En Astorga observé, y me gustó, el castillo corpulento del señor marqués, ante el palenque del Juego de Cañas. Parece mentira que siendo Astorga como es, más diminuta que otros puntos de peregrinación, haya dado un estironazo hasta construir veintidós hospitales. Cuando pasé por el de San Juan había un peregrino muerto, a quien amortajado velaban las beatas del Convento de "Sancti Spíritus". En la iglesia de San Francisco se susurra que se hospedó en él, el Santo Umbro. Hay juderías, rúa de los Francos, Caleya yerma, y una salida, por Rectivia, hacia la Maragatería y Compostela. De Valdeviejas pasé al Ganso.

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1 Huidobro Serna, Luciano. Las peregrinaciones Jacobeas. Tomo II, página 694.

2 Soria Puig, Arturo. El Camino de Santiago. Tomo II, página 91

3 Se refiere a la calle de Leopoldo Panero, que anteriormente se llamó Leoncio Nuñez, tío del poeta, más anteriormente de La Catedral y aún más de La Judería. (MARTÍN MARTÍNEZ, Calles de nuestra Astorga, página 47).
Hoy en día la calle Leoncio Nuñez va desde Rodríguez de Cela al Paseo de Blanco Cela.

4 Se refiere a la calle de La Portería.

5 Vázquez de Parga, Luis. Las peregrinaciones a Santiago de Compostela. Tomo II página 274.

6 Cavero Domínguez, Gregoria. Jornadas Jacobeas 2004. Página 16.

7 Vázquez de Parga, Luis. Las peregrinaciones a Santiago de Compostela. Tomo II página 278.

8 Vázquez de Parga, Luis. Las peregrinaciones a Santiago de Compostela. Tomo II página 274.

9 Huidobro Serna, Luciano. Las peregrinaciones Jacobeas. Tomo II, páginas 668 y 669.