El empeño en la realización de las instalaciones de Boisán surgió a fin de dar continuidad a las actividades de los campamentos de verano que se venían desarrollando en Velilla de la Valduerna, primero organizadas por Cáritas y posteriormente por la Parroquia de Rectivía, y siempre abiertas a la participación a todos los niños y jóvenes de Astorga y su zona.
En el número 94, de julio de 1989, de la Revista Excelsior se decía:
Habrá que pensar seriamente sobre el futuro del campamento. Porque tal vez no se pueda seguir en Velilla de la Valduerna, y porque el campamento no se le puede cargar a dos o tres.
En principio, habrá que buscar un lugar que reúna condiciones: no muy lejano, con agua, próximo a la montaña, etc., etc. Todos conocemos muchos lugares, y podemos dar ideas. Habría que pensar en comprar y en edificar; eso supone dinero y no pocos sacrificios.
Finalizado el verano de 1989, en el n.º 95-96 se volvía a insistir:
Aire Libre también tiene problemas. Posiblemente pronto haya que abandonar las instalaciones de Velilla. Están tratando de buscar otro lugar apto para el campamento, donde se puedan hacer instalaciones nuevas. Lo mejor sería comprar los terrenos para evitar problemas posteriores. Tampoco es fácil la solución. Por otra parte, no es problema que se deba dejar sólo en manos de los de la Junta. Los padres tendrán que pensar si el campamento y unas instalaciones de Aire Libre pueden ser una ayuda para que sus hijos e hijas puedan formar grupos de amistad que les ayuden en los difíciles años de la adolescencia.
En la de noviembre de 1989 (Excelsior n.º 98) ya se aportaban algunas pistas sobre los requisitos convenientes del lugar y del futuro del proyecto:
Se siguen haciendo gestiones para ubicar el campamento en otro sitio; uno de los más adecuados parece ser Filiel, sobre todo por su proximidad a la montaña, que es el mayor aliciente para los chicos de Astorga.
Tener allí una pequeña construcción sería bueno, no sólo en orden a campamentos, sino para que sirviera durante todo el año para acampadas, convivencias y como base para escaladas al Teleno y otros picos. Visto así sería algo muy interesante para ayudar a chicos y chicas entre 12 y 18 años sobre todo. Hoy mismo decía la tele que la edad media de iniciación a la droga estaba en los ONCE años, ...
En enero de 1990 (Excelsior n.º 100) se habla sobre Aire Libre como la actividad que mayor número de jóvenes, adolescentes y niños ha movido aquí a través de los años.
Muy posiblemente no ha estado entre nosotros marcada de demasiado tinte religioso, pero sí de una deliberada intencionalidad educativa.
El grupo de Aire Libre ha nacido varias veces como tal, y otras tantas ha muerto; pero siempre ha nacido de una especie de necesidad que la gente joven y los niños tienen de esta actividad. Además, hay que señalar que en gran parte siempre ha nacido la iniciativa de los propios chicos y chicas.
Las actividades no solamente se limitaban a los campamentos de verano, sino que englobaba excursiones a la nieve, escaladas, acampadas de fin de semana, marchas, excursiones, etc., organizadas fundamentalmente por un grupo, por aquel entonces, llamado GAR.
Casi un año después de los primeros rumores del ineludible cambio, en la revista Excelsior, en el n.º 105 de junio de 1990, se anunciaba la elección de Boisán.
No ha sido posible. La intención era dar noticias concretas y completas sobre el campamento en este número de Excelsior; por esta razón lo hemos retrasado tanto. No ha podido ser.
De momento podemos decir que se están haciendo gestiones para comprar terrenos en Boisán. Ya se han hecho escrituras privadas de dos parcelas pequeñas. Siguen las gestiones para adquirir el resto necesario, y esperamos que pronto se pueda concluir la gestión.
Después habrá que resolver el problema de la luz y del agua; ya se están dando pasos en este sentido también.
Boisán es un pueblo pintoresco. La distancia, poco más o menos como la que hay a Velilla. Hasta el momento hemos sido muy bien acogidos, y no tenemos más que palabras de agradecimiento para todos, en especial para el Sr. Presidente de la Junta Vecinal.
¡Dios quiera que podamos comenzar una nueva etapa con campamento propio, terrenos e instalaciones propias!