A finales de 1998, antes de que comenzara el último Año Santo Jacobeo del siglo XX, se colocaron los mosaicos, representando el Camino de Santiago, en la bajada lateral derecha (a la izquierda según se mira) que da acceso a los bajos de la iglesia parroquial de San Pedro de Rectivía, como aportación del grupo Musivaria Antiqua de la parroquia, a la rehabilitación de las milenarias rutas que pasan por Astorga.
En la pared lateral izquierda (a la derecha según miramos) parte del Camino Francés y sus ramificaciones.
En la otra pared lateral (a la izquierda según miramos) la Vía de la Plata y su área de influencia.
Por itinerarios de todas las partes de la tierra, se viene a Santiago a culminar un recorrido, en el que el caminante, no es el mismo al principio, que al final de su andadura.
En la pared frontal la confluencia de los dos itinerarios más importantes, que llegan a Astorga para juntos seguir hasta Compostela.
Astorga es encrucijada de las principales vías y la salida a Santiago se hace por Rectivía.
El Camino de Santiago ofrece al peregrino la posibilidad de un aprendizaje espiritual, de una reflexión sobre su deambular por la vida, el descubrimiento de su rico mundo interior y el de los que le rodean, de un acercamiento a otras épocas y gentes con unos valores muy distintos a los actuales.
El hallazgo de las reliquias atribuidas a Santiago para el espíritu medieval suponían un tesoro. Para el hombre de medievo, eminentemente religioso, la vida era una búsqueda de Dios, que a veces es la razón de su existencia. Las reliquias le ponían en contacto con lo sobrenatural, con su salvación. Sin esta idea es imposible comprender el hecho histórico y trascendente de las peregrinaciones, las oleadas de peregrinos que enfervorizadas vencían todas las dificultades del camino.
Pero no todo fue religiosidad. Historia, intereses y fe se entremezclan en un camino que
- Dio lugar a nuevos asentamientos que los reyes cristianos de España favorecieron, ya que la única forma de afianzar su poder frente al Islam era que estas zonas estuvieran pobladas. Venían miles de caballeros que buscaban tierras y fortuna, campesinos que escapaban de la miseria para encontrar una nueva oportunidad, artistas atraídos por el número de construcciones que se hacían a lo largo del Camino, gran número de comerciantes de todo tipo, y también pícaros y ladrones.
- Favoreció la normalización del culto traído por los cluniacenses frente a la iglesia española mozárabe.
- Pasó a ser en una gran ruta comercial en la que se fundaban y crecían las ciudades.
Desde el renacimiento vivió un lento declive, hasta casi borrarse en el recuerdo de los siglos. Su recuperación actual se inició a mediados del siglo XX uniendo a su sentido religioso su gran oferta cultural.
En el pavimento, la Astorga hospitalaria en la peregrinación: sus 24 hospitales sobre el plano de la ciudad.
La cantidad de personas que solas o en grupo, ricas o pobres hacían el Camino de Santiago, hizo necesario dotar a la zona que atravesaban de una sólida infraestructura al servicio del peregrino. Se construyeron caminos y puentes que salvaban las dificultades del Camino, hospitales y posadas para atender las necesidades corporales de los peregrinos, e iglesias para atender las necesidades espirituales. Los monasterios servían para ambas funciones, ya que servían tanto de hospital y posada, como de lugar de culto.
En total cerca de 30 metros cuadrados.
La Revista Excelsior en diciembre de 1998 recogía el siguiente comentario:
Una obra que ha durado mas de un año, y en la que unas quince personas han empleado miles de horas y días de hasta doce y catorce horas de trabajo. Una gran ilusión les ha acompañado en todo momento para seguir adelante como si estuvieran cobrando el mayor de los sueldos.
Hoy admiramos los mosaicos romanos de hace quince ... veinte siglos. A lo mejor algún día, queridos amigos, alguien reconozca y hasta admire vuestra obra.
Con toda humildad y cada día mas conscientes de las propias limitaciones estos “penélopes forzados” ofrecen el fruto de sus horas y de su ilusión.
Esperamos que no tardando mucho nos puedan presentar, acabada, el resto de la fachada.
El mosaico no es un mero plano, y son multitud los comentarios que surgen por la apreciación de los detalles que se representan.