En la cara interior de las barandillas de la escalera de acceso a la iglesia, se representan a las dos grandes religiones monoteístas: la judía y la musulmana.
Es la plasmación de la idea de respeto y mutua comprensión con las religiones no cristinas propuesta por el Concilio Vaticano II.
En el lado derecho se representa al Pueblo Judío. Figurativamente se significa con la Estrella de David, también llamada Sello de Salomón, que es propiamente el signo del judaísmo, representada en el extremo superior, y en el extremo inferior el candelabro sagrado, Menoráh, símbolo de la fe de Israel. Entre los dos se extiende el rollo de las Sagradas Escrituras con la primera frase, en caracteres hebreos, de la Torah, con que comienza el Antiguo Testamento: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra ...”.
En el lado izquierdo se representa la fe islámica que profesan muchos pueblos, nacidos de la fe de Abrahan. En un extremo, la Media luna, signo común a todos ellos y que remata las cúpulas de las mezquitas, junto al lugar mas sagrado del Islamismo, la Ka´ba (Kaaba) revestida de la Kiswa (funda de tela negra con una franja longitudinal horizontal donde lleva frases del Corán), y en el otro extremo una de las lámparas de aceite que alumbran las mezquitas islámicas. Entre las dos representaciones se extiende una oración, en caracteres islámicos, en parte coincidente con las primeras páginas del Corán: “En el nombre de Dios creador de todos los vivientes ...”.
Para una mayor comprensión y profundización de la obra, nada mejor que las explicaciones del autor.