El mosaico es un arte que utiliza trocitos de piedra, mármol, alfarería, esmalte, vidrio, etc., de diversos colores, y cuya reunión forma una composición o dibujo decorativo.
En la pavimentación inicialmente se utilizaron pequeños guijarros y trozos de mármol o de piedra mezclados con mortero de cal y tejas trituradas, componiendo dibujos geométricos.
A continuación comenzaron a utilizarse pequeñas piezas cúbicas, las teselas, de mármol negro o blanco, colores a los que se sumaron posteriormente el verde y el rojo.
Las teselas permitían colocar las piedras muy juntas y las imágenes gozaban de mayor definición, por lo que a las figuras geométricas le sucedieron representaciones de objetos, animales, personas...
La palabra tesela proviene del latín tessella, que significa cubo, y no solamente son de mármol o piedra, también hay:
- Teselas de cerámica, hechas a partir de arcilla vitrificada y presentan una gama de colores de tonos apagados (marrones, ocres, terracota, y blanco y negro con un acabado mate).
- Esmaltes, material que consiste en fragmentos pequeños, gruesos y rectangulares de cristal italiano hecho a mano. Presenta una amplia gama de colores y refleja la luz de forma sorprendente. Las piezas tienen un tamaño aproximado de 10 x 15 mm. y son de distinto grosor. Por ello no pueden utilizarse en superficies lisas, como los suelos, pero esa misma irregularidad confiere al mosaico un brillo especial.
- Esmaltes de oro y plata. Estos esmaltes, muy utilizados por los artesanos bizantinos en los iconos religiosos, también son fragmentos de cristal italiano hecho a mano, cubiertos con una fina capa de oro y plata auténticos. Los hay lisos y con la superficie rugosa. Estas teselas pueden utilizarse al revés, ya que las de oro tienen un reverso verde brillante y las de plata, azul brillante.
El corte y la colocación de cada una de las teselas marcan el ritmo y el movimiento del mosaico. La situación de cada pieza determina la posición de la siguiente, construyendo poco a poco un todo armonioso.
El mosaico es pues, un perfeccionamiento del pavimento primitivo consistente en cubrir superficies (generalmente suelos) a base de guijarros sin tallar
- utilizando sus distintos colores naturales,
- colocándolos de tal forma,
que dieran una composición armónica.
Andamento es la palabra que describe la dirección del mosaico, y está determinada por la colocación de las teselas y de las líneas de la lechada.
Los intersticios son los espacios que quedan entre las teselas y juegan un papel fundamental en la elaboración del mosaico y en el efecto final del mismo. La textura y el color del cemento o la lechada utilizada para rellenar los intersticios pueden cambiar absolutamente el efecto del mosaico y ello debe tenerse muy en cuenta a la hora de planificar el diseño de un mosaico.
Existen diversas técnicas para colocar las teselas y cada una de ellas presenta sus propias particularidades. Dichas técnicas reciben el nombre de opus.
- Opus Tesellatum: técnica en la que las teselas cuadradas están dispuestas en líneas verticales y horizontales dando lugar a un diseño en forma de reja. Es una técnica muy efectiva para rellenar fondos.
- Opus Vermiculatum: se utilizan teselas cuadradas para perfilar el diseño principal, siguiendo cuidadosamente los contornos de la forma y realzándolos con las teselas dispuestas en forma de gusano (vermis significa gusano en latín). Esta técnica crea un efecto de halo alrededor de la imagen principal.
- Opus Musivum: es una continuación del Opus vermiculatum, y presenta las teselas hacia afuera siguiendo los contornos y ocupando todo el fondo. Esta composición aporta una gran sensación de movimiento y ritmo, y da vida al mosaico.
- Opus Regulatum: es una técnica creada por los romanos en la que las teselas son todas del mismo tamaño y se alinean horizontalmente (pero no verticalmente), produciendo un efecto parecido al de un muro de ladrillos.
Para la ejecución del mosaico puede recurrirse al método directo o al método al cartón.
- Método directo. El mosaísta rehúnde la superficie o el muro que se ha de decorar, formando una cavidad superficial y continua, en la que vierte una fina capa de yeso. Sobre la superficie así preparada reproduce el dibujo o composición que se ha de ejecutar en mosaico, y le aplica los colores exactos del modelo. A continuación corta los correspondientes trocitos de yeso y los sustituye por pequeños cubos o fragmentos de mármol, barro cocido o esmalte de color idéntico a los respectivos trozos de yeso sacados, y los embute en un baño o capa de cemento de cal o de masilla al aceite. Trabaja así gradualmente hasta completar la composición o panel del mosaico.
- Método al cartón. El dibujo es ejecutado en este caso sobre un cartón, que se recubre con los fragmentos o pequeños cubos, cuya cara se adhiere a éste. El reverso de los cubos o trocitos de material se embute en el cemento o en la masilla con que se ha revestido la superficie que se ha de decorar, y luego se quita la cubierta de cartón.