Revista Excelsior n.º 121, noviembre 1991
El lector habrá hallado contradicción en el nº 119 y otros de esta revista respecto al origen del nombre de Boisán. La contradicción es sólo aparente ya que la procedencia de “Villa Boisana” tiene una base histórico-etimológica que la autentifica, mientras que la atribución al lamento “¡Boi sana” por la muerte de una res tiene por base la tradición popular, que surge ante el desconocimiento de causa, propia de todas las localidades de nombre extraño de remoto origen.
Esta situación se repite con frecuencia. Sin salir de nuestra provincia tenemos el caso de Cabrera, cuya denominación auténtica deriva de los “Cabruagénigos”, tribu prerromana, cuyo nombre significa “concebidos en la constelación de la Cabra”, en alusión a Capricornio, que dio origen a la denominación de Cabrera por su correspondencia con dicho signo de Zodíaco. El desconocimiento de este hecho llevó al nacimiento de la tradición popular que atribuye el nombre de Cabrera a la derrota de los moros por parte de los cristianos con el auxilio de una manada de cabras portadores de cuernos con teas encendidas, las cuales causaron a los invasores tal terror que abandonaron la región. Cuando más tarde se dieron cuenta del engaño, exclamaron entristecidos: “¡Cabra era!”. Una derrota de este género tiene fundamento histórico, pero no se refiere al origen de Cabrera sino a las hazañas de los Núñez, de Muelas de los Caballeros, y su victoria sobre los moros en las inmediaciones de Vega de Castillo, en virtud de dicha estratagema, por cuya razón se les concedió el emblema de dos cabras en su escudo de armas.
En paralelo con los Cabruagénigos existe el Bierzo el pueblo de Toreno, compuesto de las raíces “tor”, derivada de “Toro” y “eno”, forma verbal equivalente a “enato”, que significa “nacido” u “originado”. Toreno significa, por tanto, “nacido del Toro”, “que tuvo su origen en el Toro”, es decir, en correspondencia con la constelación de Tauro.
Entre La Robla y La Vecilla están los pueblos de Aviados y Campohermoso. Por el segundo pasaba la calzada romana, mientras que el primero, situado en la altura, carecía de comunicación. Por tal motivo se le aplicaron, respectivamente, los nombres que llevan: Campohermoso por la belleza del paisaje, y Aviados, por significar, “privado de vías o caminos”. La tradición popular, ignorante de esta etimología, atribuye tales denominaciones a la pasada de los moros derrotados, en boca de los cuales se pone la frase “Aviados vamos por este campo hermoso”, es decir, “apañados vamos, ...”.
Aproximándonos a Boisán tenemos una frase supuestamente pronunciada por Muza, caudillo moro, cuando desde la altura de los montes contemplaba la tierra conquistada, al tiempo que exclamó: “¡Sub Muza!” (Bajo Muza), como diciendo “Toda queda bajo mi poder”. Sin embargo, esto es mentira, puesto que Muza no conquistó estas tierras, ya que se apoderó de Astorga en el año 714 y no pasó de allí, por tener que regresar obligatoriamente a Damasco para rendir cuentas ante el Califa. La denominación de La Somoza deriva de “sub maza” (bajo maza), y le fue dado por los Somoza, sus repobladores, a quienes los reyes concedieron tal título por sus victorias contra los moros empuñando una maza, por cuya razón este linaje lleva en su escudo de armas la figura de un moro aplastado bajo una maza, y la inscripción que reza: “El Somoza con la maza .- a los moros embeleña, .- muchos dellos despedaza, .- las doncellas desempeña”. Esto último haciendo alusión a la ayuda de los Somoza en la lucha para liberar al reino del tributo de las cien doncellas, que venía pagando al invasor desde los días de Mauregato.
Con cuanto queda dicho las cosas quedan en su punto: la historia, como tal, y la leyenda, como leyenda. La primera, con sus verdades, y la segunda, con sus fantasías, si bien llenas de sabor popular y no exentas de belleza.
Antonio Justel Carracedo