Finalizado el verano de 1990, los trabajos continuaron durante el otoño y el invierno. En los días de más rigor, la jornada de trabajo se realizaba fundamentalmente dentro del barracón, aunque también se realizaron trabajos para la traída del agua, desagües y fosas sépticas. Los sábados de juntaban entre 15 y 20 personas, y se seguía adelante, aunque tal vez no con el ritmo rápido que algunos desearían, máxime cuando a medida que pasaban las semanas decrecía el número y aumentaba la media de edad de los que participaban en las obras, llegando a quedarse sólo “el frente de juventudes”. Los chicos y chicas andaban apurados con sus estudios y exámenes.
Obras dentro del barracón.- Está colocado el piso de la cocina. Están muy avanzados los tabiques que dividen la cocina, despensa, baño y enfermería. El próximo fin de semana intentaremos terminar éstos, y comenzar los de la habitación de las madres, oficina y trastero. También está preparada la madera para tablar el techo y hacer un pequeño desván que sirva de almacén.1
La cocina está totalmente azulejada y los muebles en su sitio. Se han terminado los tabiques; falta revocar un par de habitaciones. El desván -de madera- está terminado y estrenado.
El último día se colocaron allí las colchonetas, rejillas, mantas ... y todo lo que se usa exclusivamente para el campamento. Esto nos ha permitido un desahogo inmenso, ya que allí no se podía ni trabajar. Cuando Amador y Ubaldo vayan por allí se encontrarán con que sus puertas ya tienen otro sitio; Santa Rita, Santa Rita ... 2
En la primavera de 1991.
Ya se ha terminado de hacer el desván; ocupa todo el pabellón, menos el espacio de la cocina. Todo lo correspondiente a campamento ya se ha colocado arriba, con lo cual el espacio de abajo queda libre.
También está hecha la mayor parte de la obra de fontanería. El próximo fin de semana, Dios mediante, intentarán dejarlo terminado y en funcionamiento.
Se ha hecho lo que faltaba de zanja, y se ha tapado la tubería. Por cierto, con un esfuerzo inmenso, ya que el terreno estaba helado en unos treinta centímetros y hubo que romper a maza.
Los albañiles han hecho un nuevo armario empotrado; aparte, otro montón de remates.3
En el interior.- Se han hecho una serie de remates; algo que no se ve, pero que lleva muchas horas de trabajo. Se ha terminado la operación de revoque. Se ha terminado la instalación de agua, y ya está en funcionamiento. También está terminada la instalación de gas, y en funcionamiento tanto en el calentador como en la cocina. Se ha colocado el techo de la cocina y todo el desván. Nos hemos convertido en pintores, de rodillo más que de brocha gorda, y hasta nos hemos permitido el lujo de hacer variedad de modelos. Se han hecho, y están colocadas ya, cuatro literas de tres pisos cada una; son una verdadera cocada; el problema está en que el de arriba casi pega en el techo, pero está prevista la solución, y todo se arreglará dando el interesado abajo todas las vueltas de la noche antes de acostarse; con estas camas pueden tener convivencias de fines de semana grupos de doce. La explanación para las tiendas, que antes quedaba en dos niveles, se ha transformado en uno solo, con lo que se ha ganado en amplitud y vistosidad. Ahora falta echar unos ochenta camiones de tierra y sembrar hierba para que en verano esté todo empraderado.
Fregaderos.- Pedrín cumplió su palabra de hacerlos rápidamente, ya están funcionando. Las mujeres lo ven y no lo creen; ahora, fregar es vicio.4
Interior.- Dentro del pabellón se han ido haciendo muchos remates. Se está terminando el chapado en piedra del salón. Está a medias la instalación eléctrica para cuando tengamos luz. Queda la chimenea y el piso, como cosas más importantes.5
No han parado las obras ciertamente, pero el ritmo es lento: lo que pueden hacer cuatro, seis, ocho ... personas que van los sábados y una o dos que han ido varios días entre semana.
En el interior se ha terminado el chapado de piedra, el piso y prácticamente la pintura. Faltan detalles de carpintería y albañilería. La instalación eléctrica está a medias.
Ánimos.- Bueno, hay días para todo; pero seguimos adelante. Todos los sábados vamos a las 8,30 un grupito de personas; casi siempre las mismas. Por la tarde suelen ir otras para ver aquello; todos quedan admirados, y nos animan a seguir adelante.6
Con la llegada del buen tiempo se incrementaron las colaboraciones y los días daban mucho más de sí.
Seguimos adelante.- Con no pocas dificultades; pero seguimos. Se programan los trabajos, se calculan los días, pero ... fallan los cálculos, y a veces los días se convierten en semanas.
Santiago y Felipe siguen en la permanente; Raimundo, bien que a su pesar, nos ha abandonado últimamente. Sábados y muchos días de la semana se les encuentra en el tajo ya a las nueve de la mañana. Algunas otras familias también forman parte de la permanente. Un grupo de chicos y chicas llevan ya unas semanas durmiendo allí, y trabajando en todos los oficios. Tomás vino desde Madrid, y se ha pasado quince días haciendo toda clase de chapuzas.
En LA BORRAZAL intentamos trabajar, convivir y pasarlo lo mejor posible. Como en toda convivencia hay fricciones a veces; pero esos momentos y precisamente esos son los más educativos, si se sabe reaccionar.7
A poco más de un año desde que se iniciaron las obras en Boisán, se decidió hacer un turno de campamento mixto desde el día 2 al 11 de agosto. Prácticamente la primera fase de LA BORRAZAL estaba terminada.
Por parte de albañiles, fontaneros y monitores hubo que hacer un gran esfuerzo de última hora; pero gracias a Dios, el turno se celebró.8
Las prestaciones personales de unos pocos, y la colaboración de muchos más, hicieron posible unas instalaciones válidas para muchas actividades. A partir de aquí seguirán remates, perfeccionamientos, ampliaciones y extras, pero ya sobre unas bases que facilitaron su realización.
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1Revista Excelsior, n.º 108-109, octubre-noviembre 1990.
2Revista Excelsior, n.º 110, diciembre 1990.
3Revista Excelsior, n.º 112, febrero 1991.
4Revista Excelsior, n.º 113, marzo 1991.
5Revista Excelsior, n.º 114, abril 1991.
6Revista Excelsior, n.º 115, mayo 1991.
7Revista Excelsior, n.º 118, julio-agosto 1991.
8Revista Excelsior, n.º 118, julio-agosto 1991.