La entrada al templo se decora con una solería musiva, a modo de alfombra, ocupando prácticamente todo el rectángulo del piso. Se compone de tres rectángulos interiores, siendo el central mayor que los dos laterales. Se enmarca con cuatro orlas, alternándose cenefas de cordón con una cenefa vegetal y con la exterior, que se forma por la intersección de semicírculos en cuyos espacios se colocan pequeñas cruces, produciendo un bello efecto decorativo.

Foto Roberto Cabezas

Foto Agapito ArceEn los rectángulos laterales interiores se representan, en el del lado del Evangelio (izquierda del espectador) el emblema de San Pedro Apóstol titular de la Parroquia, es decir, las llaves, esta vez cruzadas pero repitiéndose la misma simbología que las representadas en la figura del Apóstol en la fachada (ya comentada).

Foto Agapito ArceEn el rectángulo lateral del lado de la epístola (derecha del espectador) queda representado el emblema mariano de las tres azucenas particularizado con la vela encendida, la candela, significando a María como la Madre de la Luz de las naciones, ya que es muy venerada en esta parroquia la advocación mariana de la Candelaria. Se señalan junto al emblema las iniciales griegas (MP-8V) definiendo a María como Madre de Dios.

El rectángulo central lleva la leyenda MENSA TAM VERBI DEI QUAM CORPORIS CHRISTI, acompañada de las tres representaciones: ángulo abierto hacia abajo con la paloma del Espíritu, libro de los Evangelios y canastilla de panes rodeada de manos que los toman.

Cristo ... envió a sus discípulos en Espíritu vivificador, y por Él hizo a su Cuerpo, que es la Iglesia, sacramento universal de salvación; estando sentado a la derecha del Padre, actúa sin cesar en el mundo para conducir a los hombres a la Iglesia y, por medio de ella, unirlos así más estrechamente y para hacerlos partícipes de su vida gloriosa alimentándolos con su cuerpo y sangre. (L.G.48).

La más excelente manera de unirnos a la Iglesia celestial tiene lugar cuando -especialmente en la sagrada liturgia, en la cual “la virtud del Espíritu Santo actúa sobre nosotros por medio de los signos sacramentales”- ... congregados en una sola Iglesia, ensalzamos con un mismo cántico de alabanza a Dios Uno y Trino. Así, pues, al celebrar el sacrificio eucarístico es cuando mejor nos unimos al culto de la Iglesia celestial. (L.G.50).

Foto Javi Cortina

En el rectángulo central de la alfombra se representa, con dos figuras que se unen por medio de la leyenda latina, la celebración eucarística. Se muestran las dos partes de la misma celebración y significando la unión de las dos partes en el sentido que expresa la misma leyenda: El libro de los Evangelios, Buena Noticia, Palabra definitiva de Dios en su unigénito, hecho hombre para la salvación del género humano. Palabra, que es también, sustento y vigor de la Iglesia, firmeza de fe para sus hijos, alimento del alma, fuente límpida y perenne de vida espiritual (D.V.21). La canastilla del pan, alimento eucarístico que es la presencia real de Cristo vivo y resucitado, para alimentar a su Iglesia, uniéndola más estrechamente a sí ... para hacerlos partícipes de su gloria alimentándolos con su cuerpo y sangre (L.G.48). Unión que se da en la escucha de su Palabra y en la comunión del pan único y partido. La misma Iglesia queda significada en la -común-unión- comunión de la asamblea con las manos de los que toman el pan. Comunión en la misma mesa de la Palabra y del cuerpo de Cristo: MENSA TAM VERBI DEI QUAM CORPORIS CHRISTI, la sagrada liturgia, nunca ha cesado de tomar y repartir a sus fieles el pan de vida que ofrece la mesa de la palabra de Dios y del cuerpo de Cristo (D.V.21).

Foto Javier CortinaLa significación de lo representado en este rectángulo de la alfombra, avanza aún más con la pequeña figuración puesta en el centro del mismo. Un ángulo (parte superior del triángulo -signo de la trinidad- abierto hacia abajo) como representación del Padre, da paso a la paloma del Espíritu Santo1. La Iglesia celebra la Acción de Gracias al Padre, por el Hijo (representado en el libro del Evangelio y la canastilla del pan eucarístico) y en la acción del Espíritu Santo. La comunidad parroquial, o cualquier otra comunidad cristiana, cuando celebra la Eucaristía, no lo hace encerrada en su propia particularidad, sino en comunión y expresando en ella misma a la Iglesia universal, la Iglesia que camina en este siglo, y ésta, en comunión trinitaria, se une a la Iglesia que ha llegado ya a la verdadera patria.


[1] Este “símbolo” (creo que acertadamente), junto con los restantes de este rectángulo de la alfombra, y de la inscripción latina, ha sido iniciativa de D. Patricio, párroco de Rectivía e impulsor y coordinador del grupo parroquial Musivaria Antiqua.


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