Foto Roberto CabezasLas figuras representadas en este tramo de muro corresponden a la de la pareja humana hombre-mujer. He escogido este tema, considerando que uno de los aspectos más importantes en el último siglo, en el sentido humano y social, es el esfuerzo para conseguir la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer.

La mujer, allí donde todavía no lo ha logrado, reclama la igualdad de derecho y de hecho con el hombre ... (G.S.9). En verdad es lamentable que los derechos fundamentales de la persona no estén todavía protegidos en la forma debida por todas partes. Es lo que sucede cuando se niega a la mujer el derecho de escoger libremente esposo y de abrazar el estado de vida que prefiera o se le impide tener acceso a una educación y a una cultura iguales que a las que se les concede al hombre ... (G.S.29).

Se caracteriza este grupo figurativo del hombre y la mujer, por representar a la pareja humana arrancando las figuras de una misma línea central y vertical, como el desdoblamiento de una misma realidad con diferenciaciones. Y dijo Dios: “Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra ... Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios los creó, macho y hembra los creó” (Gen.1,26-27)1, con ello se quiere significar el mismo origen de la pareja humana, y su igualdad en dignidad. Para subrayar esta igualdad, también en derechos y obligaciones, las colocamos en una especie de balanza cuyo fiel sirve de eje a la composición. La línea vertical marcada por el fiel, nos indica la igualdad de dignidad por su mismo origen creatural, mientras que la línea horizontal marcada por los platillos de la figurada balanza, los sitúa e iguala a la misma altura para significar la igualdad de opciones, de derechos y de obligaciones.


[1] La traducción es de la Biblia de Jerusalén, edición de 1975. También lo son las demás citas que aparecen en esta redacción.


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