Foto Roberto CabezasLa figura de Cristo, en la parte derecha de la puerta, se representa erguida, en actitud de bendecir y con el rollo de la Nueva Ley.

Vino, por tanto, el Hijo, enviado por el Padre, quien nos eligió en Él antes de la creación del mundo y nos predestinó a ser hijos adoptivos, porque se complació en restaurar en Él todas las cosas. Así, pues, Cristo en cumplimiento de la voluntad del Padre, inauguró en la tierra el reino de los cielos, nos reveló su misterio y con su obediencia realizó la redención ... Todos los hombres están llamados a esta unión con Cristo, luz del mundo, de quien procedemos, por quien vivimos y hacia quien caminamos. (L.G.3).

Se caracteriza la figura de Jesucristo a modo de Pantocrator, con nimbo cruciforme. La mano derecha bendice con la ya tradicional postura de los dedos, indicando así su doble naturaleza y su pertenencia a la Trinidad. En la izquierda el rollo de la Nueva Ley con la inscripción “Ego sum lux mundi”. Toda la figura se apoya en la esfera del mundo, en la que también se señala el signo de la cruz con la que fue redimido.


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