Para el planteamiento figurativo general, se toma como eje la parte central, es decir, los espacios que flanquean la puerta central del templo (A). En ellos se me pidió que se representaran las figuras de Cristo y de Santa María Virgen. A partir de ellos se desarrollan los dos temas: Uno, el que alude directamente a la Iglesia, en la parte del Evangelio, esto es, en la parte derecha del altar e izquierda para el espectador (B1-B2-B3-B4). El otro, el que señala al mundo en relación con la Iglesia, en el lado de la epístola, esto es, en la parte izquierda del altar y derecha para el espectador (C1-C2-C3-C4). Cada uno de estos bloques temáticos desemboca en los extremos correspondientes de la parte frontal central, el bloque temático de la Iglesia (B) en la figura del apóstol Pedro, y el bloque temático del mundo contemporáneo (C) en la figura del apóstol Pablo (D). Se completa toda la visión temática con la parte del frontal central superior y con la alfombra colocada como solería al piso que da entrada al templo, en donde se representa el tema eucarístico y los emblemas del titular del templo y de su devoción más importante (E1 y E2). En la cara interior de las barandillas de la escalera de acceso, se representan las dos grandes religiones monoteístas, la judía y la musulmana (F).