En el Pleno de de 5 de julio de 2019 de nuevo fue elegido Alcalde de Astorga D. Juan José Alonso Perandones. Finalizado su nombramiento pronunció el siguiente discurso:
“Estimados compañeros de Corporación y vecinos todos:
Me cabe el honor, de nuevo, de servir a esa gran vecindad que es nuestra ciudad, Astorga, y los cuatro pueblos del Municipio, Valdeviejas, Murias de Rechivaldo, Castrillo de los Polvazares y Santa Catalina de Somoza. En ningún momento, en estos años pasados, he estado despreocupado de su vida diaria, de cuanto de positivo el Grupo de Gobierno y la Corporación, en su conjunto, llevaban a cabo, proponían o censuraban; asimismo, de cuantos problemas, o vicisitudes, han sucedido en este periodo. Un astorgano, yo mismo, siempre es, ha de ser joven, vital, para su ciudad, y lo será mientras en él aliente la ilusión por mejorar su bienestar, su progreso, su imagen y su convivencia.
Para desempeñar uno, con serenidad y arropamiento una labor pública, necesita en primer lugar la complicidad, la comprensión de sus seres más queridos, de su familia; porque un ayuntamiento es una gestión que podemos considerar total, es decir, desde lo material hasta lo más sensible pasan por el despacho de una alcaldía, y ello, es inevitable, tiene una repercusión en el ánimo, unas veces es preocupación, otras alegría, y a veces sufrimiento. Antes y ahora, mi mujer y mis hijas me han aportado en casa el bienestar, el necesario apoyo, sin recriminarme nunca las necesarias renuncias. En mayor o menor medida habrá sucedido y sucederá ahora, similar comprensión, a otros compañeros de Corporación, respecto a sus seres queridos.
Gobernar la ciudad es mantener objetivos comunes, sintonía dentro del Gobierno municipal, en lo posible también con los demás grupos de la Corporación, y aprovechar su potencial, esto es, su caudal humano, que en todos, mujeres y hombres, en Astorga es siempre generoso. Complicidad decía, sintonía, así ha de ser, porque uno por sí mismo, desempeñe el honroso cargo de la alcaldía o cualquier otro de muy alta condición, sin los demás apenas nada alcanza. Se ha ahormado hoy, en esta sesión plenaria, un nuevo gobierno municipal, de los compañeros de Izquierda Unida y de nuestro grupo socialista; a los compañeros de Izquierda Unida queremos darles las gracias, por facilitar y participar en este gobierno, que sin duda, desde la más franca lealtad, hará compatibles la experiencia y la novedad, cuando no, estoy seguro, medidas osadas y positivas en beneficio de la vecindad. A esta ilusión por mejorar nuestro Municipio, y amparar al tiempo a sus vecinos, especialmente a los más desfavorecidos, por razones económicas o de marginación social, deseamos se unan los demás grupos de la Corporación.
Para servir a una ciudad, cuanto más conocimiento se tenga de su idiosincrasia, de su historia, de sus necesidades, mejor se podrá proyectar su futuro. Porque mucho más importante que la foto y titulares diarios en los medios informativos por cuestiones secundarias, cuando no baladíes, es tener en mente un horizonte, unas metas, que nunca, para ser eficaces en el tiempo, son inmediatas. De mi última legislatura, finalizada en 2011, a hoy se aprecia un cambio importante, pues lo virtual prima sobre lo real, máxime con la propagación individual que facilitan las redes sociales.
Vayamos a lo real, a luchar por desarrollar, nuestro polígono y el empleo, a dotar de alguna infraestructura básica pendiente, como una nueva red de colectores, a sentar los reales en España y en Europa con nuestra historia, caminos históricos y patrimonio; completemos en el entorno de la Biblioteca la Ruta Romana, rematemos el Eje Monumental. Propongámonos finalizar los edificios que de mi anterior etapa aún están pendientes; emprendamos otros que puedan propiciar unas instalaciones adecuadas para las asociaciones o el acicate turístico. Y difundamos nuestra ciudad con actos que le den resonancia sin que sean gravosos para el presupuesto municipal: con sus museos, con conmemoraciones como puede ser próximamente el 500 º del nacimiento de Gaspar Becerra, si así la iglesia local también lo estima, o el propio patrimonio arqueológico, al que se le ha de dar resonancia nacional.
Una de las razones de mi concurrencia a las urnas ha sido el salvaguardar cuantos legados fueron donados a la ciudad en la confianza puesta en mi persona, también en la exalcaldesa Victorina Alonso y en la exconcejala Marisol Vega, que son documentales, mobiliarios, patrimoniales, económicos, del músico Evaristo Fernández, de Virgilio, el exguardia municipal, de Luis Alonso Luengo, de Juan Luis Panero, del arqueólogo José María Luengo, del señor Gregorio, benefactor del nuevo edificio de servicios sociales paralizado; todo un caudal generoso que hemos de poner en valor o gestionar; por respeto a sus personas y al cariño que sintieron por nuestra, su ciudad. No ha habido, en estos cuatro años pasados, precisamente, subvención alguna que alcance el patrimonio donado por Francisco Fernández, hijo de don Evaristo, y que fue comprometido con nosotros en Notaría en 2006.
No nos conformemos con los recursos económicos municipales, aun menos con las subvenciones ordinarias que llegan a todos los ayuntamientos y volvamos de nuevo a reivindicar, a solicitar ayudas extraordinarias de las administraciones para acometer, con perspectiva de futuro, nuevos proyectos, algunos ya enumerados. Permítanme decirles a todos los corporativos, pero fundamentalmente a nuestro grupo de gobierno, que hay una rentabilidad fácil de la gestión municipal, gesticulante, ‘digitalizada’ y propagandística, que no dudo pueda dar resultados inmediatos en votos populares, pero esa no es la cuestión, porque de haber sido así poco la ciudad ahora tendría, sino acometer actuaciones con proyección de futuro, y en algunas de ellas (fundamentalmente en aspectos poblacionales, patrimonio y gastronomía) en conjunción con nuestras comarcas naturales.
No se pueden esperar resultados inmediatos de importantes inversiones porque redactar su proyecto, no dibujos, digo, sino su proyecto, y conseguir su pertinente financiación, lleva su tiempo, y su esmero; a conseguirlas dedicaremos nuestros desvelos, y a recuperar la imagen y la confianza de las instituciones supramunicipales para nuestro ayuntamiento. No es cuestión ahora de desgranar todas las aspiraciones sociales, culturales, deportivas, de conciencia igualitaria…, para Astorga y los cuatro pueblos del municipio; en nuestra mente han de bullir estos cuatro años, y han de ser objeto de preocupación, de debate y de conquista para toda la Corporación.
Serán la austeridad y la moralidad que exige el quehacer público, las pautas de nuestra conducta; y el entendimiento, respeto y colaboración con las instituciones de la ciudad, con sus asociaciones, con sus vecinos. Deseo finalizar esta intervención, para que las hagamos nuestras la Corporación, con unas palabras, escogidas, de don Matías, cuando ya octogenario, finalizaba la gigantesca labor de la redacción de la “Historia de Astorga”:
Obligación sagrada y deber de conciencia es en quienes solicitan, o aceptan, un asiento en las Corporaciones populares, no ocuparlo, sino para desde él, procurar una administración honrada y pura en beneficio del pueblo que le honra con tan distinguida representación.
Muchas gracias.