Discurso del Sr. Alcalde

En el Pleno de 3 de julio de 1999 fue reelegido Alcalde de Astorga D. Juan José Alonso Perandones. En el mismo pronunció el siguiente discurso:

“Estimados compañeros de Corporación, queridos astorganos: Por voluntad popular asumimos hoy el compromiso de velar por los intereses del Municipio en el final de este siglo y en los primeros años del siglo veintiuno. Es ésta una labor política apasionante, la más gratificante, pienso, pues para la gestión de los asuntos públicos que nos ha sido encomendada, no abandonamos la vecindad sino, al contrario, necesitamos su concurrencia y amparo.

Si importante es el mejorar el aspecto físico de la ciudad y de los pueblos, sus infraestructuras básicas, más desvelo hemos de poner en procurar la armonía, la buena convivencia, el respeto a un legado patrimonial y de valores fraguado durante más de dos milenios. La ciudad es un descubrimiento continuo, un caudal que se renueva constantemente, por ello nuestra misión debe ser sacar provecho de este potencial que siempre está latente. Entre las virtudes de la democracia está la salvaguardia de los criterios que no compartimos, la tolerancia con aquello que disentimos, la consideración del ser humano como ciudadano del mundo que tiene derecho a ser respetado, sea cual fuere su opción de vida, sus valores morales, religiosos o políticos; la convivencia en la ciudad debe basarse en este respeto a cada uno de sus vecinos.

Es la nuestra una ciudad de caminos. Varios de ellos nos unen con las comarcas que constituyen un entorno que nos es propio. La despoblación cada vez es mayor en la Maragatería, en la Cepeda, en la Sequeda; la Cabrera, la Vega y el Órbigo, no manifiestan un declive tan acusado. El Campo de Tiro en la Maragatería, el cierre de la Azucarera del Órbigo, la imposición que se pretende de un centro de residuos en la Vega, el descenso cada vez mayor de la actividad agrícola, son graves problemas que gravitan sobre nuestras comarcas. Cierto es que nuestro sistema democrático contempla la elección de representantes específicos cuya misión es preocuparse por un entorno mayor que el Municipio; pero nosotros no debemos olvidar ese papel de cabecera que nos corresponde, por ello se debe articular un foro de debate y de reivindicación, un foro integrador en el que la diferente adscripción política no sea impedimento para acciones comunes. Mejorar las comunicaciones en la comarca, luchar una vez más por que Astorga y León queden unidas por autovía y no por autopista, o ese otro asunto de tanto calado como la recuperación de la Vía de la Plata, son también empeños que debemos compartir con los demás. Hoy en día aún ninguna institución ha realizado un estudio de conjunto de las posibilidades de nuestra comarcas, de qué acciones se deben realizar para mejorar su futuro, de qué temas pueden tener un amparo de fondos europeos.

En estos últimos años el Municipio de Astorga se ha dotado de numerosas infraestructuras, no va, pues, a la zaga del desarrollo que otras ciudades han tenido desde la llegada de la democracia. Tenemos que culminar ahora la urbanización básica de la ciudad y en los pueblos, y acometer una nueva fase en las obras de abastecimiento de agua. La mejora del casco histórico con la actuación prevista en el Eje Monumental, así como finalizar el parque de El Melgar y la apertura del nuevo paseo sobre el lienzo norte de la muralla supondrán, junto a la urbanización de los accesos, un cambio sustancial en la estética urbana y un disfrute para los ciudadanos.

Si un problema grave tiene nuestra ciudad, como otras del noroeste peninsular, es el envejecimiento de la población, cada vez más acusado dado el bajo índice de la natalidad. La mayoría de los jóvenes marchan fuera por las escasas posibilidades de trabajo que existen en nuestra tierra. No es éste un tema con el que se deba engañar: el Ayuntamiento no puede solucionar por sí mismo tan grave asunto, pero sí poner en la medida de sus posibilidades los medios que faciliten el desarrollo de la economía local. En este sentido se viene trabajando y se ha de continuar: con la ampliación del Polígono, con el desarrollo turístico, con la ampliación de sus dotaciones, con la lucha por unas mejores comunicaciones entre ellas el tren de velocidad alta, o la recuperación al menos para fines turísticos de la vía Astorga - Palazuelo.

La solidaridad es un principio que debe regir la actuación pública, es una posibilidad de distribución de los recursos que nos toca administrar. En nuestro Municipio hay ciudadanos que carecen de vivienda, y el chabolismo perdura en las riberas del río. En esta legislatura procuraremos dar un mayor contenido social a nuestro quehacer público, por ello esos y otros problemas de marginación social merecerán una mayor atención.

El patrimonio arquitectónico y arqueológico, las dotaciones educativas, la infraestructura cultural -con la construcción del centro LYDA y la dotación de espacios para los jóvenes -, la mejora y respeto del entorno, una nueva concepción del servicio de limpieza, deben ser preocupaciones constantes para todos nosotros. Porque nos corresponde gestionar la ciudad en los primeros años de un nuevo siglo: toda labor pública no nace de la improvisación, sino que precisa una continuidad para alcanzar una eficacia. A todos nosotros nos ha sido asignada la responsabilidad de aprovechar el presente para constituir el futuro. Un futuro que se ha de asentar en la vertebración del municipio de manera eficaz, con una mayor convivencia entre las pedanías y la ciudad, con una mejora de los ejes que las articulan; el río y las carreteras y caminos.

1999 es Año Compostelano. El próximo se celebrará la magna exposición de las Edades del Hombre, auspiciada por el Obispado. Debemos responder a estos retos, y a todos los que hemos venido apuntando en esta intervención. Y tenemos que ser capaces de convivir en esta casa: porque es posible la discrepancia y la colaboración, el respeto mutuo y la defensa de las ideas.

Tenemos, decía anteriormente, una labor apasionante, la más digna que un ciudadano puede merecer: defender, luchar por la ciudad en la que vive, procurar un bienestar y un mejor futuro para todos los ciudadanos. En este esfuerzo están con nosotros cuantos trabajan en el ayuntamiento y tantos astorganos que laboran en pro del bien común. La ciudad es una pasión, una gran pasión a la que tenemos, nos debemos desde ahora mismo. Muchas gracias.”