PRESENTACIÓN CONFERENCIA “LA IGLESIA DE SAN PEDRO DE RECTIVÍA”
Saludo y agradezco la presencia de quienes habéis hecho posible estar aquí con nosotros, en este intento de conmemorar y vivir los cincuenta años de este Centro Parroquial.
Sinceramente, gracias.
Quiero hacer presente, también al Sr. Obispo, que me comunicó, antes de su salida al principio de la semana, que no le sería posible estar aquí presente en este acto.
Sinceramente creemos que esta Iglesia supuso un “movimiento social” muy importante, sobre todo por el modo de llevarse a cabo, como centro de vitalidad del barrio, entre los años 60 y el principio de los 70.
Hemos querido que esta conferencia se realice aquí, en “los bajos de Rectivía” por lo que suponen de posibilidad de encuentros, de formación y de tantas experiencias como muchos de los que estáis aquí rememoráis con tanta gratitud y tanto orgullo. Algún grupo, ahora lo llamamos “Catacumbas”, por lo que esos lugares supusieron al principio de la Iglesia, como lugares de refugio, oración y motivos para su acción cristiana. “LOS BAJOS DE RECTIVÍA”, LAS CATACUMBAS, por su significado no de muerte, sino de lugar de encuentro, de vida, de inquietud, de grupos, de personalización, de creatividad, y de llamada a vivir en la sociedad.
Por todos estos motivos, hemos querido comenzar los actos de este Cincuenta Aniversario mirando a la iglesia de San Pedro de Rectivía.
Les propongo unos puntos que ayuden a encuadrar aquel momento en nuestro ambiente:
Cuando don Patricio llega a la parroquia, la Iglesia Universal está metida en el gran proyecto de UN CONCILIO VATICANO, es decir UNIVERSAL.
Cuando, pocos años después, se propone liderar la construcción de un nuevo “CENTRO PARROQUIAL”, en su barrio, el Concilio Vaticano II ya está finalizado, y comienzan a presentarse sus nuevas propuestas, para ser tenidas en cuenta por cada comunidad cristiana, y en concreto por cada Parroquia: “En todo tiempo y en todo pueblo es grato a Dios quien le teme y practica la justicia (cf. Hch 10,35). Sin embargo, fue voluntad de Dios el santificar y salvar a los hombres, no aisladamente, sin conexión alguna de unos con otros, sino constituyendo un pueblo, que le confesara en verdad y le sirviera santamente” (LG, 9) y “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón. La comunidad cristiana está integrada por hombres que, reunidos en Cristo, son guiados por el Espíritu Santo en su peregrinar hacia el reino del Padre y han recibido la buena nueva de la salvación para comunicarla a todos. La Iglesia por ello se siente íntima y realmente solidaria del género humano y de su historia.” (G.S 1)
Nuestra comunidad comienza a ser “parroquia”, con el nombramiento de D. Patricio (1963).
Esta Comunidad decide hacer un nuevo Centro, y, lo que es más notorio, más impresionante, a “abrir las puertas y ventanas de la Iglesia, al mundo”. Tal vez, ésta sea la razón por la que la juventud de la ciudad invadió los bajos de Rectivía. Y, tal vez esa fuera la razón de la cantidad ingente de actividades que se organizó en estos bajos con olor a novedad, pero formando parte muy viva de cada una de las personas. Formación de mayores, en aquellas clases de maestros jubilados o jóvenes estudiantes de universidad, que se reflejaba en los pequeños negocios que iban surgiendo en el barrio. Clases de música que acogió como maestros a Venancio García Velasco y a Ángel Pérez. O a quienes, en torno a Pedro Centeno, encontraron su artístico trabajo en el campo de la fotografía. El grupo de aire libre, el grupo de teatro… O al cura que no dejaba de recorrer la parroquia en silenciosa atención a necesitados: de acompañamiento, de ayuda material o de Sacramentos.
Este ejercicio es el que hoy nos convoca: Como implicados, como quienes quieren hacer MEMORIA AGRADECIDA, y, también, celebrar la suerte de ser Iglesia de Jesucristo, viva y testimonial... Tal vez un poco de todo esto.
Os invito a situaros ante esta conferencia, organizada por nuestra Junta Parroquial, por el equipo coordinador de esta celebración de “los 50”… y por el gran grupo anónimo promotor de esta celebración,a centrarnos en el modo como se realizó esta iglesia, para comprender la trayectoria en la que se van integrando: “experiencia de grupo”, embellecimiento, cuidado y reorganización del Templo, siendo necesariamente fieles a su planteamiento inicial.
Para llevarlo a cabo, hemos pensado en José Luis de la Iglesia López, arquitecto. Niño, joven y adulto que ha crecido en relación con este Centro Parroquial. Además, se da la circunstancia de que ha sido quien diseñó la última de las obras que se han llevado a cabo en nuestro Templo, la eliminación de las barreras arquitectónicas, que llevo a cabo el Excmo. Ayuntamiento de Astorga.
Y, también contamos, por supuesto, con quien es testimonio de la experiencia de construcción: Sindo Castro y su hijo Sindi.
A José Luis, le hemos pedido que nos presente, de entre los datos del archivo parroquial,que hemos puesto a su disposición, aquellos que considere más importantes.
¿Por qué? Por ser alguien que, desde la misma parroquia, no trabajó con sus manos en el primer momento, pero ha vivido muchas de sus ilusiones de niño, adolescente y joven; de arquitecto, que ama y busca el conocimiento del barrio, pensando, analizando y buscando el profundo sentido de su iglesia parroquial. Somos conscientes de que no ha tenido el tiempo que necesitaría una investigación exhaustiva…
Y también hemos pedido a Sindo Castro, y a su hijo Sindi, constructores, y yo diría “mantenedores” del Complejo, lo que puedan comunicar de su presencia y su aportación de la experiencia vivida en todo el proceso.
Damos la palabra a José Luis, que nos hablará de UN TEMPLO PARA TODOS, UNA IGLESIA DEL SIGO XXI, o más sencillamente, de LA IGLESIA DEL BARRIO.
Blas Miguélez Vara
Al finalizar el acto nuevamente D. Blas se dirigió a los presentes agradeciendo a los ponentes su esfuerzo y a los asistentes su presencia, subrayando la dificultad de poder contactar con tantas personas que han formado parte de esta bonita historia. Todo esto comenzó, de “boca a boca”. Y se ha ido consolidando, de la misma manera. No hay elección de personas a participar.
Deseamos que todo mundo se sienta invitado a proponer la acción que considere importante o que no ha sido contemplada.
Por último emplaza a la Novena de las Candelas, y a la Mesa redonda en torno a la figura de D. Patricio, que tendrá lugar en el Aula Magna del Seminario en febrero.
Repitiendo los agradecimientos finalizó la oficialidad de la reunión.