Ciudadela y barrios.
De la Historia de Astorga de D. Matías Rodríguez1 extraemos:
Terminada la guerra (de los romanos) con los cántabros y galaicos, vino Octavio Augusto a Astorga, ennobleciéndola con su propio apellido, denominándola Asturica Augusta, (apelativo con el cual ya se dijo haberla llamado Ptolomeo) y disponiendo fuese cercada de murallas; fortificación de la que en el día (de hoy), apenas se conocen algunos restos, pues las actuales murallas que la circuyen han sido levantadas sobre los cimientos de la primitiva cerca, como a simple vista se conoce en las bases de los tambores o contrafuertes de la parte Sur y Este, en los que la antigua construcción se distingue de la posteriormente hecha.
Y como cita está añadido:
Créese que lo que hoy es la ciudad, o sea el recinto abrazado por las murallas, era solo la acrópolis o ciudadela, y que la población se extendía por los alrededores comprendiendo mas extensa área que la que actualmente ocupan los tres arrabales. La verdad es que en un radio bastante mas dilatado descúbrense continuamente suelos o pavimentos de cemento romano, y numerosos cimientos que acusan la existencia en otro tiempo de edificios sobre ellos construidos.
Epigrafía.
La ciencia cuyo objeto es conocer e interpretar las inscripciones se llama epigrafía. En manos de expertos, las inscripciones en piedra, aportan multitud de informaciones.
En 1904 se publicó un estudio de don Marcelo Macías titulado “Epigrafía romana de la Ciudad de Astorga”, que incluye una colección de 75 lápidas de las encontradas en Astorga, y que D. Matías Rodríguez incluye en sus páginas de la Historia de Astorga; una de estas es motivo para ser citado nuestro barrio de Rectivía y también en el comentario de un anillo.
422
35.ª
(Inédita)
-rosetón-
BAEBIVX
LATRO·NIG
RI·F·VXAMA
IBARCENS
IS·AN·XIII
H · S · E
Baebius Latro Nigri f(ilius) Uxama[e] Barcensis an(norum) XIII h(ic) s(itus) e(st).
«Bebio Latrón, hijo de Niger, natural de Uxama Barca, de trece años de edad, aquí yace.»
«Cipo3 de granito procedente de un derrumbamiento de la muralla sobre el corral de una casa del arrabal de Rectivía. Recogido por el Ayuntamiento, fue llevado a las Casas consistoriales, donde se conserva. Mide 1 m. de alto por 0,49 de ancho, y el tamaño de las letras es de 0,80 0,08.»
Esto es lo copiado de la obra de D. Marcelo Macías con la salvedad de que éste pone la medida de alto con la base, que cifra en 1,68 m. y además continúa con:4
La ciudad de Uxama Barca estaba en el país de los Autrigones (Ptolomeo, 2,6,53), y no debe confundirse con Uxama de los Argelos, en el territorio de los Arevacos, mencionada en una de las anteriores inscripciones.
Los Autrigones era uno de los grupos o familias en que se dividían los Berones, que habitaban al SE. de los Cántabros. Strabón les llama Allotrigas. Era rivales de los Cántabros y aliados de los Romanos, y su defensa fue el pretexto que Roma buscó para declarar a aquéllos la guerra. Leovigildo dio el nombre de Autrigonia a lo que hoy se llama Cantabria, cuando, en el año 579, dividió a España en varias provincias. Uxama Barca corresponde al lugar de Osma de Valdegobia, partido judicial de Amurrio, en la provincia de Alava.
En la colección Hübner hay otro epígrafe en que se menciona a Uxama Barca, encontrado junto al pueblo de Quintanilla de las Viñas, tierra de Lara de los Infantes, provincia de Burgos.
Consultada la obra más reciente de Mañanes5, se nos ofrece la siguiente información:
Desarrollo: Baebios / Latro Nig(ri f(filius) Uxama / Ibarcensis / an(norum) XIII, h(ic) s(itus) e(st).
Traducción: Baebio Latro, hijo de Nigro, de Uxama Barca, de XIII años, aquí está enterrado.
Estela funeraria de granito de tipología similar a las anteriores 28-32, aunque sin frontón curvo rebajado. Mide 1,68 de alto, el hincón mide 0,64 de alto, 0,49 de ancho y 0,25 de grosor. La inscripción se desarrolla en la zona central, en 6 líneas, de letra capital y de una altura bastante uniforme de 7 cm.
La decoración está formada por rosetón o florón de 6 pétalos esculpido sobre un círculo rebajado.
Hallada en la muralla occidental de Astorga, barrio de Rectivía y hoy en el Museo de los Caminos.6
El nomen Baebios es un gentilicio de época imperial romana, procede de la zona etrusca (Schulze, 133) y en Kajanto encontramos un derivado Baebius como cognomen.
La ciudad de Uxama Barca se encuentra entre los Autrigones (Pt. I, 6, 53).
Por la decoración y tipología quizá debamos fecharla en el siglo I d. C.
Bibl.: Gómez Moreno, Catálogo, 90. -Macías, Epigrafía, 90. -EE, 292e. -Schulze, Zur Geschichte, 133. -Kajanto, The Latin, 33, 141.
Sobre el mencionado anillo, ésta es la descripción de D. Marcelo Macías: 7
53
3ª
(Inédita)
YP ÓO YP ÓA HO YP ÓH YO
[ YP wO YP
wA
HO YP wH yO ]
Anillo de oro, liso, de forma octogonal, de 91 milímetros de diámetro interior, 4,50 de ancho y 5 gramos de peso. Apareció el año 1890 en Astorga, en una heredad próxima al arrabal de Rectivía, extramuros de la ciudad, y lo posee el rico industrial y comerciante D. Juan Panero.
Las letras están distribuidas de manera que corresponden dos a cada lado del octógono, sin puntos que las separen, ni señal alguna que indique dónde empieza y dónde acaba la inscripción, y ni leídas seguidamente, ni de dos en dos, como si fuesen siglas, dan un sentido cabal y adecuado. Nótese que todas ellas son vocales menos una, la rho, que se repite tres veces en unión de la hipsilon, precedidas siempre de la ómicron y seguidas de la omega; y como de our salen ouros y ouranos con sus derivados, bien pudiera ser que no fuesen un nombre propio, el del poseedor del anillo, sino que expresasen la idea de felicidad y bienandanza, diversamente modificada, cuando no misteriosa triada celeste o multiplicación poliforme de alguna divinidad. De todas suertes, el haber aparecido tan interesante objeto en Astorga, lo obscura y enigmático de la inscripción, y la identidad de lengua y caracteres con la descubierta en Quintanilla, inducen fuertemente a creer que procede, como ésta, de los gnóstico-priscilianistas que tanto abundaron en la antigua Astúrica, y que, como las demás sectas gnósticas, para traer a la memoria de los adeptos las doctrinas esotéricas y enseñanzas arcanas en que los iniciaban -no sin encarecerles la máxima de jura, perjura, secretum prodere noli,- usaban de amuletos, abracas8 o piedras basilídicas, en uno de los cuales, reproducido por Matter, se representa a un guerrero celtíbero bajo la protección de los doce signos del Zodiaco.9
Bueno será recordar también el uso que las sectas gnósticas (tan pagadas de poseer una ciencia sublime y perfecta) hacían de la lengua y del alfabeto griego, empleado por los cristianos de las catacumbas en los monogramas y emblemas de Aquel que dijo: «Yo soy el A y la W, el principio y el fin»10, y acomodado en el siglo IV por el Obispo Ulfilas a las exigencias fonográficas del idioma gótico. La palabra gnosis es griega, y griegas son también eon, demiurgo, pleroma y tantas otras voces y combinaciones alfabéticas con que expresaban las altas concepciones de su intrincada teosofía.
Por lo que hace a la triada, cierto que los Priscilianistas eran antitrinitarios, no admitiendo distinción de personas, sino de atributos o modos de manifestarse la esencia divina; pero en Egipto, de donde procedía la gnosis priscilianista, el número tres era sagrado, y allí es donde las triadas y tetradas -que los Gnósticos imitaron- se ofrecen con caracteres más precisos y constantes que en otros países, dándose casos de triadas que no reproducen la familia humana, sino que están compuestas de tres dioses varones, como la que aparece en el monumento epigráfico de Quintanilla. En cambio, está hoy demostrado de modo concluyente, que la Kabala, que muchos han contado entre los precedentes de la gnosis, no se sistematizó y ordenó hasta los tiempos medios11.
Por último, no estará de más advertir aquí, para justificar nuestras conjeturas, que la astrología tuvo tal importancia en el sistema pricilianista, que algunos, entre ellos el doctísimo P. Fita, atribuyen la difusión de esta secta en España a lo muy extendido que aquí se hallaba el culto de Mithra, divinidad bajo cuyo nombre se adoraba en Persia al Sol y al Fuego, y a la cual erigió Roma un templo sobre el monte Capitolino. Tales son las consideraciones que nos sugiere tan extraña inscripción, cuya obscuridad tal vez provenga de la arbitraria combinación de las letras que la componen. Ojalá que otro, más perspicaz y afortunado, logre desentrañar su, para nosotros, misterioso contenido12.
En la ya citada obra de Mañanes13 la información es mucho más escueta.
Es de oro macizo, octogonal por el exterior y circular por dentro. Su diámetro interior es de 19 mm., su anchura es de 4,5 mm. y su peso 5 grs. Cada cara, cuadrilonga, tiene dos letras giregas grabadas, que pueden atribuirse al siglo III d. C. y ha sito tenido como gnóstico.
Fue descubierto en 1890 al arar una tierra del arrabal de Rectivía, al Oeste, extramuros de la ciudad.
Bibl.; Macías, Epigrafía, 113-116 y 141-152. -F.Fita, Nuevas inscripciones. El anillo gnóstico de Astorga, BRAH, 42, 1903, 144-147.
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1 Rodríguez, Matías. Historia de Astorga, pág. 28 y 29.
2 Rodríguez, Matías. Historia de Astorga, pág. 114.
3 Pilastra o trozo de columna erigido en memoria de alguna persona difunta.
4 Macías, Marcelo. Epigrafía Romana de la ciudad de Astorga, páginas 90 y 91.
5 Mañanes Pérez, Tomás. Epigrafía y numismática de Astorga Romana y su entorno, páginas 54 y 55.
6 En la actualidad está depositada en dependencias municipales.
7 Macías, Marcelo. Epigrafía Romana de la Ciudad de Astorga, páginas113-116.
8 Nombre de las 365 inteligencias imaginadas por Basilides, grabado en las piedras o talismanes basilídicos. Viene de Abradabra, ídolo de Siria, a cuyo nombre, repetido de cierta manera un número determinado de veces, o escrito de varios modos y colgado del cuello, se atribuían virtudes mágicas para curar calenturas y otras enfermedades.
9 Histoire critique du Gnosticisme, Planche VIII, fig. VIII.
10 Apoc. I, 8.
11 Menéndez y Pelayo, Hist. de los Heter. esp., t.I, p.86.
12 Véase en el Apéndice I la interpretación del ilustre epigrafista R.P. Fidel Fita, y el erudito estudio que hace de la gnosis, a propósito de tan enigmática leyenda.
13 Mañanes Pérez, Tomás. Epigrafía y numismática de Astorga Romana y su entorno, página 97.