Se trata de representar el Concilio Vaticano II, sintetizado en sus dos ideas madre: Iglesia-Mundo.

En el centro, el Cordero (Cristo), del cual todo procede y al cual todo se dirige. Un ángel, a la izquierda, conduce la Iglesia a Cristo a través del tetramorfos. Otro, a la derecha, hace lo propio con el Mundo.

En los espacios que flanquean la puerta central del templo, se representa las figuras de Cristo y de Santa María Virgen.

A partir de ellos se desarrollan los dos temas, el que alude directamente a la Iglesia, en la parte del Evangelio, y el que señala al mundo en relación con la Iglesia, en el lado de la Epístola.

Cada uno de estos bloques temáticos desemboca en los extremos correspondientes de la parte frontal central, La Iglesia en la figura del Apóstol Pedro, y el mundo contemporáneo en la figura del Apóstol Pablo.

Señor ... haz que tu Iglesia se mantenga siempre fiel a las enseñanzas de aquellos que fueron fundamento de nuestra fe cristiana. (Oración colecta de la festividad San Pedro y San Pablo).

Foto Rcs, Julio 2003

En la parte mas exterior del lateral izquierdo, se representan las tres virtudes teologales: Fe, Esperanza y Caridad.

Paz, Justicia y Verdad, aspiraciones representadas en el muro frontal más exterior del lateral derecho.

Los mosaicos de la fachada quedan complementados con la alfombra de entrada, los laterales de la escalinata.

Para una mayor comprensión y profundización de la obra, nada mejor que las explicaciones del autor.

El popular revestimiento del frente de las columnas mas externas, es iniciativa del grupo musivo.