Que yo sepa hay dos intentos documentados de construir en la Cagaya un lavadero “de forma oficial”, y digo de forma oficial, pues de forma oficiosa se iba habitualmente, y se siguió yendo, a lavar la ropa a la charca, hasta que el progreso y la conexión del agua corriente a los domicilios particulares puso en desuso esta práctica que fue muy común hasta bien mediado el siglo pasado.

El primero de ellos a iniciativa municipal, se presentó su plano en 1892, pero quedó sobre la mesa para examen. No se supo nada más de este proyecto.

El segundo intento se inició casi diez años después, ante el ofrecimiento del Sr. Obispo de sufragar los costes de su construcción. El mismo día del anuncio del proyecto, se proclamó como sitio más apropósito la laguna de la Cagaya, pero finalmente, después de cinco años andando en dimes y diretes, fue edificado en el sitio de Manjarín.

En ambos casos era claro el objetivo de “aliviar en algún modo las penalidades” de “las infelices que se dedican al oficio de lavanderas”. En el caso de ubicación en la Cagaya, al mismo tiempo se saneaba el terreno.

27-09-1889. Apaa p. 3º. Propuesta de lavadero.

Acordó también el Ayuntamiento que la Comisión de Obras, acompañada de los demás señores concejales que quieran asistir, pase a reconocer el sitio de la fuente llamada de la Cagaya que es campo común, para establecer en el mismo un lavadero público, cuya construcción se hace cada día más necesaria para las infelices que se dedican al oficio de lavanderas, que en tiempo de invierno tienen que salir fuera del término municipal a esta penosa ocupación, desafiando los rigores de las nieves, lluvia y aires a campo raso; que reconocido y medido el sitio donde pueda construirse aprovechando el sobrante de aguas del depósito, y formando el correspondiente plano y presupuesto de la obra lo ponga en conocimiento de la Corporación para acordar en su vista lo conveniente.

20-10-1889. Apaa p. 6º. Formación de croquis y plano del lavadero.

Por último acordó el Ayuntamiento que la Comisión de Obras nombre una persona competente que forme los croquis y planos y presupuestos correspondientes de lo que pueden importar la construcción de un lavadero público en la fuente de la Cagaya.

15-12-1891. Apaa p. 6º. Adquisición de terrenos para lavadero.

Que por la comisión de terrenos se den los pasos convenientes para adquirir un terreno cerca del depósito de aguas para construir un lavadero público, que tan necesario es a la población.

03-01-1892. Apaa p. 14º. Presentación del plano del lavadero.

Habiéndose presentado el plano para la construcción de un lavadero público remitido por el Arquitecto Provincial, el Ayuntamiento acordó que quede sobre la mesa para su examen.

26-03-1901. Apaa p. s/n. Ofrecimiento del Sr. Obispo para un lavadero público

Seguidamente se dio lectura de un oficio del Excmo. Sr. Obispo de esta Ciudad, en el que manifiesta que deseando aliviar en algún modo las penalidades de la sufrida clase de lavanderas de esta población, está dispuesto a sufragar los gastos de un lavadero público en el sitio más acomodado y surtido de aguas permanentes que el Ayuntamiento designe. La Corporación unánimemente aceptó tan caritativo como beneficioso ofrecimiento acordándose en 1er término se le pase atenta comunicación dándole las más expresivas gracias por tal donativo. El Sr. Presidente da cuenta de que había acompañado al Arquitecto en los estudios practicados para elegir el sitio más apropósito para la instalación de dicho lavadero, resultando de ellos que el más adecuado era al lado del depósito de aguas en una laguna [la de la Cagaya] que allí existe, con lo que al propio tiempo se saneaba. El Sr. Murias dice que no se oponía pero que sería conveniente estudiar si había otro sitio porque dada la proximidad del depósito de aguas acaso haya quien tenga escrúpulo y también por el desagüe parece que hay algunos inconvenientes; que con tal objeto propone se nombre una comisión. Por el Sr. Arquitecto a instancia del Sr. Presidente se da una explicación que por indicación del Sr. Obispo y acompañado del Sr. Presidente había practicado en “averiguación” de cual sería el punto más apropósito para su instalación, y de ellos, teniendo al propio tiempo en cuenta el presupuesto con que había de sujetarse, resultó ser el más apropósito el inmediato al Depósito de Aguas, sin que haya por que tener el menor inconveniente. El Sr. Presidente propone para la comisión a que el Sr. Murias se ha referido, a los Sres. Pallarés, Murias, García y el Presidente lo que fue aceptado, advirtiéndoles éste la conveniencia de despachar pronto su cometido a fin de que puedan ser satisfechos cuanto antes los deseos del dignísimo Prelado, la propia comisión quedó encargada de visitar a S.S. Ilustª y darle las gracias. Se acordó también que el Ayuntamiento contribuyera para dicha obra con cuanta piedra y tierras fueren necesarias las cuales han de ser extraídas y arrancadas de la antigua plaza de toros y muralla y a la vez se le preste la ayuda posible en el arrastre de las mismas con el volquete del municipio.

13-04-1901. Apaa p. 17. Sin decidir el sitio

Respecto a la designación de sitio donde se ha de instalar el lavadero que el Excmo. Sr. Obispo pretende construir y donar al Ayuntamiento, se acordó a propuesta del Sr. Presidente que antes de resolver sobre el particular celebren los Sres. Concejales una reunión llevando luego la resolución que adoptasen a la aprobación del Ayuntamiento.

07-11-1901. Apaa p. 2º. Otro sitio: río Gerga en las inmediaciones de la plaza de toros

Se indicó por el Sr. Presidente la conveniencia de que el perito práctico D. Vicente Cabezas haga los estudios y trabajos necesarios para la construcción del lavadero público, cuyos gastos se propone sufragar el Excmo. e Ilmo. Sr. Obispo de la Diócesis, manifestando creía como sitio apropósito para ello el Río Gerga en las inmediaciones de la Plaza de Toros; y previa ligera discusión sobre si es o no suficiente para el objeto expresado la cantidad de agua que allí existe, se acordó por unanimidad que en el día de mañana a las cuatro de la tarde se personen en el indicado sitio los Sres. Concejales que puedan concurrir y el referido perito práctico, con el fin de enterarse y convenir si puede o no construirse en el dicho lavadero.

14-11-1901. Apaa p. 3º. Visita al Sr. Obispo

En este punto propuso el Sr. Alcalde y acordó la Corporación por unanimidad que el lunes próximo a las once de la mañana visite al Excmo. Sr. Obispo de la Diócesis con objeto de ponerse de acuerdo respecto a la construcción del lavadero, una comisión del Ayuntamiento compuesta de los Sres. Concejales que puedan y deseen concurrir reuniéndose con tal objeto en la Casa Consistorial.

01-02-1902. Apaa p. º. El lavadero para Manjarín

El Sr. Presidente da cuenta de los trabajos realizados por personas técnicas para la traída de aguas de Manjarín a Santa Clara con objeto de que se lleve a debido efecto la construcción de un lavadero público donativo que está dispuesto a hacer el Ilustrísimo Señor Obispo de esta Ciudad; del estudio y avance del presupuesto hechos con tal motivo por los señores don Rogelio Cañas y don Andrés de Lorenzo , arquitecto que fue de este Municipio accediendo a las indicaciones particulares del Excmo. Prelado y del Señor Alcalde y después de ser examinado por los señores concejales quienes reconocieron la utilidad y conveniencia de la obra, y por unanimidad se acordó se lleve a la práctica cuanto antes ...

26-04-1902. Apaa s/n. Temores por que no se lleve a efecto.

El Sr. García Calvo dice que a sus oídos ha llegado la noticia de que un distinguido hijo de Astorga había ofrecido construir por su cuenta un lavadero, ofrecimiento que debiera aceptarse ante el temor de que el ofrecido por el Sr. Obispo quedase sin llevar a efecto. Le contesta el Sr. Presidente y dice; que es cierto y así lo había manifestado entonces a la Corporación, que a nombre de un hijo de la Ciudad se le había hecho en la anterior etapa de su Alcaldía, indicaciones para construir por su cuenta y como recuerdo que quería dejar a la Ciudad, un lavadero público; pero que coincidiendo este ofrecimiento con el hecho en igual fecha y casi en el mismo día por el Sr. Obispo y juzgando más adecuado para hacerse por éste un establecimiento de esta índole, así se lo había manifestado a la persona encargada de hacer la indicación que queda dicha, rogándole que se fijara en alguna de las muchas cosas útiles a la localidad, como por ejemplo un matadero, una casa-escuela u otras. Que posteriormente y en fecha reciente por la misma persona se le habían pedido unos datos relacionados con esto último, lo cual indica que un hijo ilustre de Astorga a quien tan buenos deseos animan, no ha debido desistir de su proyecto en pro de su Ciudad natal.

El Sr. Fernández Romano pregunta al Sr. Presidente si se enteró de lo que el Periódico El Ideal en su número último dice acerca del asunto pues según se desprende de él da a entender que el Sr. Obispo caso de construir el lavadero, sería con el gasto de una exigua cantidad que no está en relación ni mucho menos, con los que ocasional al Municipio la traída de aguas; y no siendo esto verdad, cree debiera haber impuesto un correctivo al Director de ese periódico. Le contesta el Sr. Presidente diciendo que había leído el artículo que para él carece en absoluto de importancia hablando su autor solo de memoria y sin dato alguno a que atenerse. En cuanto a correctivo, aparte de que en este caso no hay motivo para ello, advertía al Sr. Romano que es más difícil de lo que parece su aplicación, no solo por la especie de inmunidad de que goza el periodista, sino también por las grandes deficiencias de nuestra legislación de imprenta; que como comprendía el Sr. Romano, no había de dar a todos detalladas explicaciones de la marcha de este asunto, creyendo que lo había hecho ya a los compañeros de Corporación, que son a los que únicamente se considera obligado a darlas. Hace presente a todos que desechen sus temores en cuanto a la construcción del lavadero ofrecido por nuestro bondadoso Prelado, pues nadie tiene más ni mayores deseos que el de su ejecución; y como prueba evidente de ellos y puesto que se le obligaba a dar más explicaciones hacia constar, que el día antes de su salida para Roma le había autorizado para proceder a su ejecución en el momento en que con seguridad se conociera el punto en que había de construirse, advirtiendo que deseaba fuera lo mejor posible y que sus últimas palabras al despedirle en la estación fueron las de que deseaba que a su regreso se encontrase aquí con algo nuevo y bueno.

07-01-1903. EHA, número 577 y ss. Anuncio para lavanderas.

LA LAVANDERA y la planchadora ó sea cuaderno para anotar la ropa que se les entrega.- Precio 50 céntimos.

02-03-1903. EHA, número 600. Lavadero.

Para hoy, a las siete de la tarde, están citados por el señor Alcalde los Concejales, con objeto de darles a conocer los diferentes puntos examinados en la tarde de ayer para emplazar el lavadero y resolver en cual de ellos se ha de construir. Inmediatamente se pondrá en conocimiento de nuestro Excmo. Prelado la resolución.

02-03-1903. EHA, número 600. Lavadero.

El Presidente dio cuenta a la Corporación de que en una conferencia celebrada con el Prelado, éste insistió en su deseo de llevar a efecto cuanto antes la construcción del lavadero, manifestándole que donde quiera que estuviera quedaba subsistente el ofrecimiento, pero que desearía hacerlo pronto, para lo cual no necesitaba más que sitio y aguas permanentes. Expusieron los Concejales su parecer respecto al punto donde se ha de emplazar, acordando por fin que en la tarde de mañana se inspeccionen algunos de dichos sitios para acordar en la primera sesión. (1)

(1) Vistos los vehementísimos deseos de nuestro amantísimo Prelado de construir cuanto antes el lavadero, deben sacrificar su amor propio y deponer toda actitud oposicionista, más o menos justificada, los Sres. Concejales, y llegar a un acuerdo respecto a la elección de sitio donde se ha de emplazar. Háganlo así, mirando siquiera el bienestar de tantas infelices mujeres que bendecirán a la Corporación municipal como bendicen al generoso Pastor que costea esa cómoda vivienda para aminorar las penalidades de las que se ven obligadas a buscar un pedazo de pan luchando con las inclemencias del temporal.

04-03-1903. EHA, número 601. Lavadero.

En uno de los campos contiguos al depósito de aguas se construirá el lavadero que costea nuestro Prelado.

El Concejal señor García Calvo y el Maestro de obras Marcial García ha sido encargados de inspeccionar el sitio y proponer al Ayuntamiento lo que sea preciso hacer antes de dar principio a tan importante obra.

28-03-1903. Apaa. final. El Obispo está dispuesto a cumplir

El Sr. Presidente manifiesta que hace pocos días le indicó el Excmo. Obispo de que está dispuesto a cumplir su compromiso para la construcción del lavadero por su cuenta y del cual solo la muerte le relevará, en vista de lo expuesto el Ayto. acordó que los concejales asistentes y demás que quisieren concurrir examinen sobre el terreno cual sería el mejor sitio para emplazar aquel, dado cuenta a la Corporación de la resolución que adopten.

11-04-1903. Apaa. s/n. Convocatoria de sesión extraordinaria

Manifiesta la Presidencia lo necesario que es poner en conocimiento del Excmo. Sr. Obispo el punto en que ha de ser emplazado el lavadero que dicho Sr. ha prometido construir y después de las opiniones emitidas por los Sres. Concejales y de estar todos conformes con el emplazamiento en Santa Clara trayendo las aguas de Manjarín, se acordó no obstante el que se convocase en sesión extraordinaria para el miércoles 15 del actual a fin de tratar de este particular para conocer el parecer de los que no han asistido a ésta y resolver en definitiva lo que proceda

17-04-1903. EHA, número 620. Lavadero.

Para anteayer, según recordarán nuestros lectores, estaban citados los señores Concejales a sesión extraordinaria, con objeto de señalar sitio donde construir el lavadero, y no pudo celebrarse por no haber concurrido más que cuatro ediles.

Pero ¡qué celo y qué interés tienen por los asuntos locales algunos representantes populares!

18-04-1903. Apaa. Se establecen dos ubicaciones.

Puesto a discusión el asunto referente a la asignación de sitio en que ha de ser emplazado el lavadero que el Excmo. Sr. Obispo pretende construir de su peculio en obsequio de las infelices mujeres que especialmente durante el invierno se ven precisadas a dedicarse a la penosa faena del lavado de ropas. La Corporación después del correspondiente debate y opiniones emitidas por los Señores Concejales acerca de cada punto de los que fueron objeto de estudio, acordó designar como puntos más apropiados para la construcción del lavadero las inmediaciones del actual depósito de aguas, aprovechando al efecto sus sobrantes durante los meses de invierno, o los terrenos inmediatos a la huerta llamada del Hospicio en el Campo de Manjarín en el que cuenta con aguas permanentes y terreno suficiente para tendederos, que este acuerdo se le comunique al Excmo. Sr. Obispo a los efectos oportunos.

23-05-1903. Apaa. Pago de trabajos para designar el sitio

También acordó la Corporación abonar a D. Marcial García cincuenta pesetas, por los trabajos que efectuó para la designación de sitio donde debiera emplazarse el lavadero que desea construir el Excmo. Sr. Obispo, las cuales serán satisfechas con cargo al Capítulo 6º Art. 3º del Presupuesto actual, puesto que al objeto hizo estudio cañerías.

03-06-1903. EHA, número 640. Lo del lavadero.

Entre los acuerdos tomados en la sesión celebrada por el Ayuntamiento el día 23 del pasado, se aprobó el de satisfacer a D. Marcial García la suma de 50 pesetas por los trabajos hechos por dicho señor para señalar sitio para el lavadero.

Nos parece muy lógico y muy natural que se pague a quien trabaja para el Ayuntamiento, pero como van derrochados muchos cientos de pesetas en exploraciones inútiles y el lavadero ofrecido no parece por ninguna parte, vamos sospechando si se trata de una comedia hábilmente ensayada durante muchos meses por los principales actores que intervienen en la misma, pero advertimos al Ayuntamiento que el público, con justísimo razón, se va ya impacientando y sino se descorre muy pronto el telón y la función comienza en breve plazo y termina con el éxito que tiene derecho a reclamar después de tan pesada espera, no extrañe que en vez de cosechar aplausos, tenga que oír el sonido nada grato por cierto de la más estrepitosa silba.

Lealmente se lo advertimos.

18-06-1903. Apaa. p. 9º. El Obispo deposita los fondos para el lavadero.

Se dio cuenta de una comunicación del Excmo. Sr. Obispo en contestación a otra que se le dirigió y en la que manifiesta que no deseando por una parte asumir la responsabilidad de fijar el sitio en que se ha de colocar el lavadero que ha prometido construir y por otra el no aplazar demasiado la realización del mismo, había depositado en la Caja del Excmo. Cabildo Catedral la cantidad de doce mil quinientas pesetas nominales en un título de la Deuda interior al cuatro por ciento con destino a en todo o la parte necesaria a dicho objeto; previniendo que si el en plazo de dos años no se instalase el lavadero los intereses de dicho capital se invertirán perpetua y definitivamente en beneficio de los pobres de la localidad. En vista de los expuesto el Ayuntamiento después de mostrar su agradecimiento por la resolución adoptada por su Excelencia, acordó que una comisión compuesta del Sr. Alcalde y Concejales Sres. García Calvo y Sabugo fuesen a darle las gracias.

21-04-1904. Apaa. p. 5º. Designado el sitio en las inmediaciones de la Plaza de Toros

El Sr. Alcalde manifestó que asociado de D. Pedro León de Castro y del 2º Teniente alcalde D. Pedro García Calvo, habían examinado el sitio que se halla en las inmediaciones de la Plaza de Toros, el cual, a juicio del Sr. Castro, reúne condiciones para la construcción del lavadero, por tener agua suficiente en el invierno y aún en el verano se hacen alumbramientos hasta la huerta llamada de Franganillo, aparte de que puede utilizarse el manantial que existe cerca de la casa de Vicente de Paz y gran parte del agua de la Fuente-encalada, y toda vez que urge la designación de sitio en que ha de instalarse el referido lavadero, a fin de que no transcurra el plazo de dos años que para ello concedió el Excmo. Sr. Obispo que fue de esta diócesis R. P. Vicente, al manifestar a esta alcaldía en oficio de 14 de Junio último, que con destino al mismo había depositado en la caja del Excmo. Cabildo Catedral la cantidad de doce mil quinientas pesetas nominales en un título de la deuda perpetua interior al cuatro por ciento, cree llegado el caso de que el Ayuntamiento haga tal designación, para que se lleve a cabo la construcción de aquel, que por otra parte redundaría también en beneficio de la clase obrera por carecer de trabajo; y la Corporación por unanimidad designó para tal objeto el sitio de referencia, disponiendo se comunique este acuerdo al Excmo. Cabildo Catedral a los efectos oportunos.

14-05-1904. Apaa. p. 5º. Atribuciones del Cabildo sobre el lavadero.

Dada cuenta de una carta que el Excmo. Sr. Obispo, que fue de esta Diócesis y hoy lo es de Cartagena en la que manifiesta al Sr. Alcalde, en contestación a la que este Señor le envió, participándole el acuerdo tomado por el Ayuntamiento en sesión de 21 de abril último, sobre designación de sitio para la construcción del lavadero que dicho Excmo. Prelado prometió costear y hacer luego donación del mismo a favor del Municipio, la Corporación quedó enterada de su contenido, o sea de que el asunto tiene atribuciones para solucionarlo la comisión perteneciente al Excmo. Cabildo de esta Ciudad, en virtud de las disposiciones dadas por el donante.

05-11-1904. Apaa p. 9º. Plazo de construcción pronto a expirar.

Se da cuenta de las siguientes proposiciones presentadas por el Sr. Alcalde: la primera ...

La segunda proposición se refiere al lavadero. El Sr. Presidente hace historia de este asunto y expone que el dignísimo y sabio prelado que fue de esta Diócesis el Rdmo. P. Vicente dejó depositada en poder del Excmo. Cabildo una cantidad para la construcción de un lavadero y que aquella sería distribuida entre los pobres si dentro de un plazo determinado no era realizada dicha obra, y como dicho plazo está muy pronto a expirar y los obreros carecen de trabajo, propone se nombre una comisión compuesta del Sr. Alcalde, D. Pedro García Calvo, y D. Rafael de la Iglesia para que se avisten con el Ilmo. Sr. Presidente del Excmo. Cabildo y juntos se haga la elección del sitio en que ha de ser emplazado el lavadero, rogando a D. Pedro León de Castro para que les acompañe e ilustre respecto del particular, y así quedó acordado.

30-11-1904. Apaa. Elección del sitio: campo de Manjarín.

Sesión extraordinaria de 30 de Noviembre de 1904. Señores asistentes:

D. Manuel Luengo Pérez

D. Pedro García Calvo

D. Rafael de la Iglesia

D. Manuel silva Jañez

D. Victorino Luengo Prieto

D. Jossé Alonso y Alonso

D. José Alonso Castrillo

D. Francisco del Campo Alonso

En la Ciudad de Astorga a treinta de Noviembre de mil nueve cientos cuatro, siendo las seis de la tarde, hora señalada al efecto, se reunieron en la Sala de Sesiones de este Ayuntamiento bajo la presidencia de D. Manuel Luengo, 1er. Teniente Alcalde en funciones, de alcalde, los Señores Concejales que al margen se expresan, al objeto de celebrar esta sesión extraordinaria para la cual habían sido convocados oportunamente los Sres. Concejales, y siendo suficientes el número de estos, el Sr. Presidente la declaró abierta manifestando que su objeto era según se expresaba en la convocatoria tratar del asunto relativo al lavadero ofrecido por el Excmo. Prelado que fue de esta Ciudad el R. P. Vicente y de la carencia absoluta de agua en Fuente Encalada. El Sr. Luengo don Victorino con la venia del Sr. Alcalde dice: Que la Comisión nombrada por el Ayuntamiento al objeto de designar el sitio en que habrá de ser emplazado el lavadero de referencia acompañados del Sr. Deán, de D. Pedro León de Castro, y de D. Rogelio Cañas, vecino de León, se dirigieron en 1er. Lugar al lado del depósito de aguas para ver si en dicho sitio era o no conveniente hacer el referido lavadero caso de que con las sobrantes de agua hubiese cantidad suficiente para surtirla, desde luego la Comisión y señores que la acompañaban desistieron de ello por comprender que aquellas aguas eran insuficientes para dicho objeto. Nos dirigimos luego a Fuente Encalada, con cuyas aguas y las que pudieran aumentarse haciendo excavaciones en el Río Gerga en la parte contigua a la venta llamada de Colon se creía con fundamento que había caudal bastante para emplazar en este sitio tan deseado como necesario lavadero, pero nuestra sorpresa fue grande al ver que la citada fuente se encontraba casi seca, teniendo por consiguiente que renunciar a nuestro proyecto. Se dirigió por último la Comisión al Campo de Manjarín y unánimemente aceptó este sitio como el más a propósito y económico dada la abundancia de aguas que allí hay para que en el se hiciera la instalación del mencionado lavadero. La Corporación en vista de lo expuesto por el voto unánime de todos es aceptado en que en dicho sitio sea emplazada tan importante obra, acordando que la Comisión de Aguas active la realización de aquellas que crea más necesarias para que en breve sea un hecho la construcción de dicho edificio; que el Sr. Alcalde comunique este acuerdo al Excmo. Sr. Presidente de Cabildo Catedral y al Sr. Cañas y les ruegue que inmediatamente den principio a las obras, quedando también autorizado el Sr. Alcalde para que ordene la practica de los trabajos preliminares al objeto dando colocación a los obreros que para ello fuesen precisos.

Seguidamente el Sr. D. Victorino Luengo pide la palabra y hace presente que según opinión de los Sres. Castro y Cañas, personas competentísimas en el asunto, al ver que la Fuente Encalada estaba casi seca manifestaron a la Comisión del Ayuntamiento que era probable que la causa de ello fuese el haberse hecho por un labrador una noria construida recientemente cerca de la llamada Nevera en dirección de dicha fuente y no muy lejos de ella, en su consecuencia propone que la Comisión de Aguas se entere de todo y vea el medio de armonizar los intereses del dueño de dicho pozo o noria y los del Ayuntamiento, pero que de ser cierto el parecer de dichas personas técnicas se obligue desde luego al propietario de dicha noria a cegarla bajo la inspección de persona facultativa puesto que la Corporación de ninguna manera puede consentir que la expresada fuente se vea por tal causa privada de agua y más teniendo en cuenta que es casi la única que provee a la ciudad de agua en los casos en que la necesita; el Ayuntamiento acepta cuanto queda expuesto y acuerda el que sea tomada en consideración la proposición hecha por el Sr. Luengo.

Y no habiendo más asuntos de que tratar se levantó la sesión y este acta que firman los señores concejales asistentes conmigo el Secretario de que certifico.

22-12-1904. Apaa. p. 13º. Formalización de documentos de propiedades.

Dada cuenta de una comunicación de fecha 11 del actual, suscrita por D. Antonio Nieto, Deán de la S. A. I. Catedral de esta Ciudad y D. Rogelio Cañas, vecino de León, comisionados nombrados por el Excmo. Sr. Obispo que fue de esta Diócesis, Rvdo. Padre Vicente, para la construcción de un lavadero, que según voluntad del mismo ha de ser donado al Municipio, después de manifestar que en el campo de Manjarín, sitio designado por esta Excma. Corporación para su emplazamiento, hay espacio suficiente para su construcción y aguas bastantes en atención a no tener otros de que poder disponer, haciendo a la vez varias consideraciones respecto de las mismas e indicando por último procederán a la formación del correspondiente proyecto para poder contratar y acometer las obras, el Ayuntamiento muestra de nuevo su gratitud a dicho Excmo. Señor, como así bien a los citados señores como encargados de cumplir la voluntad del que fue nuestro prelado, dada la resolución adoptada para ello, acordando, a propuesta del Sr. Alcalde que dice es preciso hacer un documento público con D. Gerardo Luengo, dueño de una gran extensión de terreno al sitio indicado de Manjarín, a fin de prevenir las contingencias de que hacen mérito los Sres. Nieto y Cañas en su comunicación, como también para que conste siempre de una manera indubitable el derecho que el Ayuntamiento tiene a las aguas de las fuentes que existen en el citado campo, las cuales no fueron vendidas a los compradores de los terrenos que se han enajenado en el mismo; que las obras del cauce que ha de pasar por la finca del Sr. Luengo serán practicadas por su cuenta; todo lo cual fue aceptado por la Corporación, habiéndose nombrado una comisión compuesta del Sr. Alcalde y el Sr. Síndico para que en representación del Ayuntamiento formalicen con dicho señor el expresado documento, autorizándoles además para que practiquen cuantas gestiones sean necesarias para llevar a cabo el proyectado lavadero.

31-12-1904. Apaa. p. 19º. Acuerdos para la dotación de aguas permanentes.

Con la venia del Sr. Presidente se retira del Salón el concejal D. Victorino Luengo.

Se da cuenta del documento que a la letra dice: “Proposición que somete a la Excma. Corporación Municipal de esta Ciudad la Comisión que entiende en lo relativo a la construcción del lavadero y dotación de aguas en cumplimiento de la donación hecha por el Excmo. Sr. D. Vicente Alonso Salgado, Obispo que fue de esta Diócesis. Con el fin de dotar al mencionado lavadero de las aguas permanentes en el sitio de Manjarín, donde ha de construirse, se hace preciso que la Excma. Corporación apruebe los siguientes extremos: 1º Que las fuentes pertenecientes al Ayuntamiento que existen en terreno de su propiedad lindando con el Mediodía de la finca propia de D. Gerardo Luengo Prieto, vecino de esta Ciudad en el sitio de Manjarín sean conducidas por el interior de dicha finca para que a la salida de la misma entren en el lavadero. 2º Que al efecto se abra en el mencionado predio un canal por el centro y otros cuatro laterales perpendiculares al mismo, que conducirán las aguas de las fuentes al canal central las cuales deberán abrirse por el propietario del mismo, sin obligarse a construir obras de fábrica y quedando al descubierto. 3º Que en recompensa se conceda a perpetuidad al dueño de la finca el aprovechamiento de las aguas para el riego de esta desde las diez de la noche a las cuatro de la mañana, y durante los días festivos, entendiéndose por estos los que son de precepto en la Ciudad entera con arreglo a las disposiciones de la Iglesia. 4º Por el Ayuntamiento se hará la limpia de dichos cauces dos veces al año en los meses de Julio y Diciembre con el fin de no ocasionar perjuicios al dueño, debiendo avisar previamente a éste, a quien pertenecerá la monda o sedimento que se obtuviere. 5º No se podrán hacer sin consentimiento del dueño del predio variaciones en las fuentes, en los alumbramientos, ni en los cauces y aquel tendrá la obligación de hacer las reparos que necesiten los últimos o sea los cauces. 6º El Don Gerardo Luengo Prieto, dueño de la finca de que queda hecho mérito, acepta las anteriores condiciones, firmando en prueba de ello la presente proposición. 7º Que se solicite la aprobación superior sobre estos particulares y que se celebre con el propietario el correspondiente contrato, otorgando la escritura pública que proceda, autorizando al efecto al Sr. Síndico o a otro concejal para la celebración del contrato y otorgamiento de la escritura. V. E. no obstante acordará lo que crea más conveniente. Astorga 27 de Diciembre de 1904. Manuel Luengo. Rafael de la Iglesia. Gerardo Luengo.” El Ayuntamiento, teniendo en cuanta lo beneficiosas que son dichas obras para conseguir la construcción del mencionado lavadero, y que sin el desinteresado beneplácito del Sr. Luengo no sería quizás realizable por las dificultades y grandes gastos que habrá que hacer para la reunión de las aguas, aprobó por unanimidad dicha proposición en todas sus partes, autorizando al Sr. Regidor Síndico D. Rafael de la Iglesia para la celebración del contrato con el citado Sr. Luengo y otorgamiento de la correspondiente escritura pública con sujeción a las bases indicadas, previa la aprobación definitiva de este acuerdo por la Junta Municipal a cuya deliberación habrá de someterse.

14-01-1905. Apaa. p. 7º. “El Panamá de Manjarín”

Hace presente el Sr. Alcalde que en el periódico local “El Faro Astorgano” en sus números doscientos cuarenta y cuatro y doscientos cuarenta y cinco, de fechas nueve y once del actual, se han publicado unos artículos con el título de “El Panamá de Manjarín”, que a su entender son calumniosas e injuriosas para la Corporación Municipal, por cuya razón procede su denuncia y sean remitidos al Juzgado de Instrucción, a fin de que se digne el Sr. Juez incoar el correspondiente sumario, y caso de constituir delito los conceptos comprendidos en los artículos de referencia, previa la declaración de los hechos, se le imponga el correctivo a que haya lugar a quien proceda, debiendo advertir que el mencionado periódico se viene distinguiendo por sus ataques a la Autoridad y Corporación Municipal por cuanto su director don Porfirio López se halla ya procesado por injurias a aquella; conforme la Corporación con lo expuesto, por unanimidad acuerda que el Sr. Alcalde se pase el tanto de culpa a los tribunales, por conceptuar que son calumniosas e injuriosas para ella los artículos de referencia.

14-01-1905. Apaa. p. 13º. Proposición de agradecimientos

Seguidamente se da lectura a la siguiente proposición: “El que suscribe Concejal y 2º Tnte. Alcalde, propone a la Excma. Corporación Municipal lo siguiente: Que considerando altamente beneficiosas para el Municipio las proposiciones que la Corporación aprobó en la última sesión para la conducción de aguas para el lavadero por una finca de la propiedad de D. Gerardo Luengo, se digne acordar: 1º Dar un voto de gracias a la Comisión que con tanto celo como acierto supo cumplir su misión, recabando de D. Gerardo Luengo la aceptación de tan beneficiosa proposición para el bien de la población. 2º Dar así mismo las gracias a D. Gerardo Luengo por su generosidad accediendo gustoso en beneficio de la localidad a cuanto la Comisión le propuso. 3º Dar la mayor publicidad posible a todos los acuerdos referentes a este acto de las gestiones practicadas por el Ayuntamiento hasta la fecha para solucionar la construcción del lavadero. 4º Que conste en acta, que según manifestación de personas competentísimas, entre otras del dignísimo e ilustre hijo de Astorga D. Pedro León de Castro (q.e.p.d.), el inteligente Sr. Cañas, a quien el dignísimo y generoso donante, ha encargado para su dirección del mencionado lavadero con el Presidente del Excmo. Cabildo, que solo por la finca del Sr. Luengo puedan venir las aguas necesarias para el lavadero, sin gastos para el Municipio en la forma propuesta por el ilustre donante. Astorga 14 de Enero de 1905. Pedro García Calvo.” Dicha proposición fue aceptada por el Ayuntamiento en todas sus partes, y a propuesta del Sr. Alcalde se acordó hacer extensivo a toda la Corporación el voto de gracias que interesa el Sr. García Calvo tan solo para la Comisión, pues todos han contribuido para llevar a cabo obra tan importante y beneficiosa para el Municipio, y así quedó acordado.

01-04-1905. Apaa. p. 8º. Fecha para colocación de la primera piedra

Dada cuenta de una comunicación del Sr. Gobernador Civil de la Provincia de fecha veintisiete del paso mes, relativa al recurso de alzada interpuesto por D. Porfirio López y otros contra acuerdo tomado por el Ayuntamiento en treinta y uno de diciembre último ratificado por la Junta Municipal en siete de enero siguiente, y en virtud de los que se aprobaron las bases encaminadas para dotar de agua suficiente al lavadero que ha de ser donado por el Excmo. Sr. D. Vicente Alonso Salgado, obispo que fue de esta Diócesis, y en cuyo oficio se trascribe el acuerdo tomado por la Comisión Provincial en sesión de veintiuno de marzo próximo pasado en el sentido de que procede desestimar el citado recurso dejando firme y subsistentes los acuerdos de referencia tomados por el Ayuntamiento y Junta Municipal, mostrando el Sr. Gobernador hallarse en un todo conforme con el referido dictamen, el Ayuntamiento mostró su conformidad, y en vista de hallarse ultimados todos los trámites necesarios para la construcción del lavadero que ha de ser donado por el Excmo. Sr. D. Vicente Alonso Salgado, obispo que fue de esta Diócesis y de haber sido aquellos aprobados por la superioridad, acordó se haga saber así a los Sres. Don Antonio Nieto, Deán de la S.A.I. Catedral y don Rogelio Cañas, encargado por dicho Excmo. Señor para llevar a cabo la realización de dichas obras en el punto designado o sea en el campo de Manjarín, a fin de que a ser posible tenga lugar la inauguración de las mismas el lunes veinticuatro del actual y sea colocada la primera piedra por el Ilmo. Sr. Obispo D. Julián de Diego Gª de Alcolea, que actualmente rige los destinos de la Diócesis, en representación del Excmo. Donante, ya que no se sea posible hacerlo éste.

22-04-1905. Apaa. p. 8º. Invitación al Rvdo. P. Vicente

Se acordó invitar al Excmo. Sr. Obispo que fue de esta Diócesis Rvdo. P. Vicente, por si se digna asistir a la colocación de la primera piedra del lavadero donado por el mismo y presidir tan solemne acto, que tendrá lugar el día       [en blanco] de mayo próximo, aprovechando para ello la celebración de las fiestas que habrán de tener lugar en honor de “El Quijote”.

20-05-1905. Apaa. p. 7º. Contestación del Rvdo. P. Vicente

Quedó enterado el Ayuntamiento de la comunicación que dirigió el Excmo. Sr. Obispo de Cartagena Rvdo. P. Vicente dando las gracias por la cooperación que ha prestado este Excmo. Ayuntamiento en la inauguración y realización de las obras del lavadero debido a los puros sentimientos de caridad de dicho Excmo. Señor Obispo que fue de esta Diócesis.

10-06-1905. Apaa. p. 2º. Autorización del contrato y elevarlo a escritura pública. Tasación.

Se dio cuenta y quedó enterada la Corporación de una comunicación que dice:

Al margen.- “Gobierno Civil de la Provincia de León - Secretaría - Negociado 1º - nº 427.”.

En el centro.- “El Excmo. Sr. Ministro de la Gobernación, con fecha dos del actual me comunica la R. O. siguiente.- Visto el expediente formado por el Ayuntamiento de Astorga de esa Provincia, para celebrar un contrato con D. Gerardo Luengo a fin de que este Señor deje pasar por una finca de su propiedad las aguas destinadas a un lavadero que fue donado a la Ciudad por el Obispo que fue de la Diócesis R. P. Vicente, cediéndole en cambio el aprovechamiento de las mismas en las horas y días que se determinarían en el acuerdo Municipal de 31 de Diciembre último, acuerdo que ha sido ratificado por la Junta Municipal, anunciado al público sin que se presenten reclamaciones según se certifica en el expediente, e informado favorablemente por la Comisión Provincial por ese Gobierno, el que en su oficio de 24 de Marzo próximo pasado manifiesta haber desestimado en esta fecha de conformidad con la Comisión Provincial, un recurso de D. Porfirio López y en otro de 18 de Mayo corriente, manifiesta que hasta el 30 de Abril anterior no se había presentado ninguna reclamación sobre el proyecto de que se trata. Vista la regla 3ª del Art. 85 de la Ley Municipal y la R. O. De la Presidencia del Consejo de Ministros de 19 de Junio de 1901 en su parte pertinente a este asunto. Considerando que se han cumplido todos los requisitos que se previenen en esta legislación, que durante el plazo concedido al efecto no se han presentado reclamaciones y que el recurso de D. Porfirio López desestimado por ese Gobierno en 24 de Marzo último no se ha reproducido ante este Ministerio, toda vez que se ha pasado el plazo legal para efectuarlo, que el contrato es beneficiosos para la población, porque asegura la dotación de aguas al lavadero y que se han emitido en sentido favorable los informes recaídos sobre el fondo del asunto. S. M. el Rey q. D. g. se ha servido autorizar el contrato de que se trata, que se elevará a escritura pública en las condiciones acordadas por la Junta Municipal en la sesión de 7 de Enero último.- De Real Orden, con devolución del expediente, lo digo a V.S. para su conocimiento y efectos oportunos.- Lo que traslado a V. para su conocimiento y demás efectos. Dios guarde a V. m. a.- León 6 de Junio de 1905- L. de Irazazabal.-“ El Ayuntamiento teniendo en cuenta lo expuesto acordó que a la mayor brevedad otorgue el Sr. Regidor Síndico D. Rafael de la Iglesia, en representación del Ayuntamiento, otorgue con D. Gerardo Luengo, según está acordado la correspondiente escritura, bajo las bases aprobadas en treinta y uno de Diciembre último y ratificado este acuerdo por la Junta Municipal en la de siete de Enero próximo pasado. El Sr. Síndico expone a la Corporación Municipal que es convenientísimo a los efectos de determinar la base liquidable del impuesto sobre Derechos Reales según la regla 6ª del Art. 67 del Reglamente vigente, fijar un valor al contrato que se ha de celebrar con D. Gerardo Luengo en el asunto indicado y cuyo valor debe darse únicamente a los efectos expresados. La Corporación, en vista de lo expuesto, acordó tasar en seis mil pesetas el valor del contrato, de las cuales tres mil representan el gravamen que afecta a la finca, y las otras tres mil al beneficio que la reporta, siendo de cuenta de D. Gerardo Luengo todos los gastos que se ocasionen con motivo de aquel. Al empezar a tratar del asunto de que queda hecho mérito abandonó el salón el concejal D. Victorino Luengo, quien volvió a ocupar su puesto al finalizar el mismo.

17-11-1906. Apaa p. 5º. Entrega del lavadero

Dada cuenta del acta levantada con motivo de la entrega hecha por el M.J. Sr. Deán de esta S.A.I. Catedral D. Braulio Lobo Ligero y D. Rogelio Cañas, vecino de León, del lavadero público que a expensas del Excmo. Sr. D. Vicente Alonso Salgado, Obispo que fue de esta Diócesis, y en la actualidad de Murcia-Cartagena, fue construido en el sitio de Manjarín por un acto de liberalidad para albergue de las lavanderas pobres, el Ayuntamiento acordó que el Sr. Presidente en nombre del pueblo haga presente a dicho Excmo. Sr. Obispo la más respetuosa y sincera gratitud por tan benéfica donación hecha a este Municipio.

11-12-1950. Acpaa. Subasta para derribo y enajenación del lavadero de Manjarín.

Terminados los asuntos que figuran en el orden del día ... anunciar una subasta para el derribo y enajenación del lavadero de Manjarín ...