ACTA DE LA SESIÓN CELEBRADA POR EL PLENO MUNICIPAL, CON CARÁCTER ORDINARIO, EL DÍA 20.10.2012. SESIÓN NÚMERO 11.

Punto Único.- CELEBRACIÓN DEL BICENTENARIO DE LA FORMACIÓN DEL PRIMER AYUNTAMIENTO CONSTITUCIONAL DE ASTORGA, AL AMPARO DE LO PROMULGADO POR LAS CORTES DE CADIZ DE 1812.-

Intervención del Presidente del Congreso de Diputados

Excmo. Sr. D. Jesús María Posada Moreno

Excma. Sra. Presidenta de las Cortes de Castilla y León, Excmo. Sr. Delegado del Gobierno, Excmo. Sr. Consejero de Fomento y Medio Ambiente, Excma. Presidenta de la Diputación de León, Ilma. Sra. Alcaldesa de Astorga, Miembros de la Corporación Municipal, Autoridades, Señoras y Señores:

Constituye para mí un gran honor asistir a este Pleno extraordinario del Ayuntamiento de Astorga. Con él habéis querido conmemorar, al mismo tiempo, el segundo centenario de la liberación de esta ciudad por el ejército español durante la Guerra de la Independencia, el 19 de agosto de 1812, y la elección, pocas semanas más tarde, del primer Ayuntamiento constitucional y democrático de Astorga. Deseo, pues, agradecer, muy sinceramente, al Ayuntamiento de Astorga y, en particular, a su Alcaldesa la invitación a participar en este acto. Es también un placer encontrar entre vosotros a grandes amigos y colaboradores, algunos desde la época en la que yo, era Consejero de Fomento, como es ahora mi querido amigo Antonio Silván, o cuando era Presidente de la Junta de Castilla y León, donde trabajé con la actual Presidenta de la Diputación, Isabel Carrasco, entonces Delegada de la Junta. Sin duda, las palabras del Cronista Oficial de la Ciudad y del profesor Manuel Jesús Álvarez nos han permitido acercarnos más a los hechos históricos que hoy rememoramos. Pero permítanme que me atreva a señalar que el sentido de este Bicentenario no se agota en la curiosidad histórica o en la evocación de hechos gloriosos del pasado. Antes al contrario, se trata de acontecimientos de los que podemos, y debemos, extraer valiosas enseñanzas también para el tiempo presente.

Son varios los aspectos quisiera destacar:

En primer lugar, la respuesta a la invasión extranjera en al Guerra de la Independencia –en la que a esta ciudad le tocó vivir un intenso sufrimiento- obedeció a un designio colectivo de todo el pueblo español. Designio que se puso también de manifiesto en la reunión de las Cortes y en la elaboración de la Constitución de Cádiz, de la que también este año celebramos su segundo centenario. En tan solo unos días, nos reuniremos en la ciudad de Cádiz representantes de la práctica totalidad de parlamentos iberoamericanos para recordar su legado. Con la Constitución de Cádiz, los españoles plasmaron su deseo de abordar profundas reformas políticas, sociales y administrativas, tan avanzadas y, aun más, que las que preconizaban los revolucionarios franceses. Pero quisieron hacerlas sin imposiciones, y sin que se sacrificase nuestra identidad y nuestro deseo de ser y de continuar siendo españoles. Pocas veces hubo en España un acuerdo mayor como en el rechazo a la invasión que sufrimos a inicios del siglo XIX. Pienso que la primera lección de los acontecimientos de 1812 es que debemos sentirnos profunda y legítimamente orgullosos de ser españoles; de nuestra identidad, de nuestra Historia y de nuestra tradición. Y creo que ello es oportuno resaltarlo, precisamente en estos momentos, en los que desde algunos sectores se intenta poner en cuestión el proyecto nacional que los españoles hemos venido construyendo, juntos, desde hace ya muchos años.

Y quiera referirme a una segunda dimensión de las efemérides que hoy celebramos: la democratización de los Gobiernos locales.

La Constitución de 1812 quiso que los Ayuntamientos, hasta entonces de extracción aristocrática, fuesen elegidos directamente por los ciudadanos. Y una de las primeras ciudades –concretamente la primera de Castilla y León- en la que ese proyecto se llevó a la práctica fue precisamente Astorga. Los españoles pusimos en marcha entonces un modelo de Gobierno local que, más recientemente ha restablecido y afianzado la Constitución de 1978. Las Administraciones locales son las más cercanas a los ciudadanos, las que ofrecen una respuesta más inmediata a sus necesidades y demandas. Se trata, pues, de un nivel de gobierno que exige potenciar al máximo los cauces de participación de los ciudadanos, al tiempo que requieren, de quienes ostentan responsabilidades en este ámbito, una particular vocación de servicio público.

Es además, un nivel de gobierno que al ser más cercano facilita el acuerdo y en el consenso, acuerdo y consenso que hoy precisamos, más que nunca, para afrontar los desafíos a los que nos enfrentamos.

Permítanme una consideración personal. En mi trayectoria política he tenido ocasión de conocer bien la Administración local. Y precisamente por ello, siento una gran admiración hacia los que ejercen, como ustedes responsabilidades en los Gobiernos municipales. Les animo a que se dediquen a ellas con verdadero espíritu de servicio y dedicación a sus conciudadanos.

Quisiera terminar estas palabras expresando mi más sincera felicitación a la ciudad de Astorga, a su Ayuntamiento, y a toda la maravillosa comarca. Astorga ocupa una posición de singular relieve en la Historia de España. Y es que Astorga y su comarca, la Maragatería, son tierra de intrépidos viajeros y de comerciantes que supieron llevar a otros lugares arte, cultura y gastronomía. Y por eso no es de extrañar que Astorga y la Maragatería sean piedra angular en el Camino de Santiago, que es tanto como decir pieza clave en la construcción de España y en la construcción de Europa, y que las hace especialmente responsables en el devenir de ambas. Muchas felicidades.