ACTA DE LA SESIÓN CELEBRADA POR EL PLENO MUNICIPAL, CON CARÁCTER ORDINARIO, EL DÍA 20.10.2012. SESIÓN NÚMERO 11.

Punto Único.- CELEBRACIÓN DEL BICENTENARIO DE LA FORMACIÓN DEL PRIMER AYUNTAMIENTO CONSTITUCIONAL DE ASTORGA, AL AMPARO DE LO PROMULGADO POR LAS CORTES DE CADIZ DE 1812.-

Intervención de la Presidenta de las Cortes de Castilla y León

Excma. Sra. Dña. María Josefa García Cirac

Excmo. Sr. Presidente de los Diputados, Excmo. Sr. Delegado del Gobierno en Castilla y León, Sra. Alcaldesa de Astorga y Corporación Municipal, Excmo. Sr. Consejero de Fomento de la JCyL, Ilma Sra. Presidenta de la Diputación Provincial de León, Excma. Sra. Secretaria 2ª de la Mesa de las Cortes de Castilla y León, Excmos. e Ilmos. Diputados, Senadores y Procuradores de las Cortes de Castila y León, Excmo. Y Rvdmo. Sr. Obispo de la Diócesis de Astorga, Autoridades Civiles, Militares y Eclesiásticas, Señores y Señoras.

Hoy, 20 de Octubre de 2012, doscientos años después de la constitución del primer Ayuntamiento libremente elegido por los astorganos, celebramos la instauración de un nuevo régimen político forjado por un difícil consenso en las Cortes de Cádiz que dieron lugar a la Constitución Española de 1812.

I

No podemos olvidar la importancia de Astorga en aquel momento. Y es que incluso dos años antes de la propia Constitución de Cádiz, cuando se produce la división administrativa de España en treinta y ocho prefecturas, y la del actual territorio de Castilla y León en siete, una de ellas era Astorga.

II

Decía Forsthoff que “la Administración, que se encuentra mucho más próxima a las necesidades prácticas de la vida que la Constitución, no puede, como esta, cambiar totalmente su fisionomía en un breve espacio”.

Corroborando esta afirmación, la nueva organización administrativa que deriva de la Constitución de Cádiz la sobrevive, evoluciona durante el siglo XIX, es recibida en el siglo XX y continúa evolucionando lentamente en la actualidad.

Tenemos muestras claras de esta influencia en la Administración General del Estado: la propia división territorial en provincias, la figura del subdelegado en ellas, las Secretarías de Estado e incluso el Consejo de Ministros guardan su precedente original en las estructuras creadas al amparo del texto de 1812.

Pero además, apreciamos que al constituyente del doce también se le planteó el actual problema de la ordenación del territorio. En aquel momento se determinó que “se pondrá ayuntamiento en los pueblos que no le tengan, y en que convenga le haya, no pudiendo dejar de haberle en los que por sí o con comarca lleguen a mil almas, y también se les señalará término correspondiente”.

A mayores, un Decreto de 23 de Mayo de 1823 autorizaba a cualquier pueblo que no tuviese Ayuntamiento ni población superior a esas mil almas, y que tuviera especiales circunstancias de agricultura, industria o población, a solicitar a la Diputación la constitución de su Ayuntamiento.

A partir de este importante diseño la Constitución se preocupó de establecer con detalle la composición de los ayuntamientos, el sistema electoral democrático y las competencias municipales.

Se asientan en definitiva, las bases de un nuevo régimen local que podemos caracterizar con tres principios básicos: uniformización, democratización y centralización.

El devenir histórico de los acontecimientos impidió que el municipio constitucional se llegase a aplicar en toda la Península. Sin embargo, los astorganos fuisteis testigos privilegiados del importante legado de la Constitución de 1812, al poder constituir vuestra primera corporación democrática y constitucional.

III

Entonces, como hoy, casi doscientos años después, era imprescindible construir el andamiaje básico para sostener un nuevo orden social y económico, no solo con el diseño de una Administración de nueva planta. Era necesario un fuerte impulso reformista, una actualización del modelo institucional adaptándolo a las nuevas circunstancias, y sobre todo una clase política y dirigente que estuviera a la altura del momento histórico que a España le tocaba vivir.

Pero además, hoy quiero destacar también las aportaciones que los constituyentes del momento nos ofrecen en otro orden de cosas: el amor a la Patria como una de las principales obligaciones de todos los españoles; la importancia de la institución pública; el bienestar y la felicidad de los individuos que componen la Nación como objetivo de toda sociedad política y de su Gobierno; y por fin la contribución económica de todos los españoles según sus facultades y sin excepción ni privilegio alguno.

IV

Señoras y señores: si España es hoy lo que es doscientos años después, y si cuenta con esta aportación histórica de Castilla y León y de Astorga, debemos ser conscientes, celebrando el bicentenario del nombramiento del primer ayuntamiento constitucional, que es gracias al esencial papel de las entidades locales de nuestra región.

En efecto, casi treinta años después de dotarnos de Autonomía, reafirmamos hoy nuestra identidad regional con su nota más característica: su clara vocación municipalista y su compromiso decidido con el mundo local.

Compromiso que se puso de manifiesto ya cuando en la celebración del vigésimo octavo aniversario del Estatuto de Autonomía las Cortes de Castilla y León concedieron su medalla de oro a los municipios de nuestra región.

Permitidme que hoy en Astorga rememore aquel galardón y reivindique su significado y vigencia porque el esfuerzo que los Ayuntamientos estáis haciendo va a contribuir de manera decisiva al regreso de España a la senda del crecimiento y la prosperidad económica.

Corren tiempo difíciles para todos. Para los vecinos de nuestros pueblos, para sus negocios y sus trabajos, pero también para los Ayuntamientos y Diputaciones Provinciales. Si hasta hoy una parte fundamental del bienestar y progreso de Castilla y León y de España se debía al buen hacer de los Ayuntamientos, en estos momentos de incertidumbre vuestro esfuerzo volverá a ser decisivo para recobrar la ilusión en un futuro cercano.

Desde esta confianza y desde la reivindicación del papel esencial e indispensable que juega la Administración Local no sólo en la prestación de servicios públicos, sino también en la participación cercana y directa de los ciudadanos en los asuntos que les conciernen, debemos saber adaptar nuestra realidad territorial a los delicados momentos que vivimos.

Querida Corporación Municipal de Astorga: Sois los alcaldes y concejales los que, con vuestra gestión pegada a las necesidades reales de vuestros vecinos, y con vuestra cercanía en la participación política, vais a hacer una aportación impagable de la regeneración de confianza de los castellanos y leoneses en sus propias posibilidades y en su futuro como Comunidad, en una época, como la que vivimos, de trascendentales cambios.

En efecto, nunca antes que ahora, en la era de la globalización, ha tenido más sentido la existencia de una gestión política cercana a los ciudadanos. La tendencia a la unificación económica de los Estados, y la creciente interrelación de los ciudadanos a través de la red, en donde cualquiera puede sentirse fuera de territorio alguno, hacen a mi parecer, imprescindible, un poder político cercano y ciertos ámbitos de identificación social y cultural.

Del mismo modo, en estos momentos de desconfianza de la sociedad hacia la política, los alcaldes y concejales representáis la auténtica superación de aquellas tentaciones populistas que pretenden evitar la medicación institucional democráticamente generada, y que surgen en momentos de crisis y desarticulación social como el actual. En este sentido aportáis un generoso y desinteresado trabajo de representación y de conocimiento auténtico de las necesidades de vuestro pueblo. Sois por ello el ejemplo para los que ostentamos otros cargos políticos y la prueba palpable de que la vocación política se ejerce con honradez y esfuerzo.

Finalizo. Vivimos tiempos de incertidumbre social. Momentos en los que los ciudadanos ya no reivindican derechos sino prestaciones. Momentos de dudas sobre su trabajo, sus necesidades familiares y en definitiva, sobre su vida. Momentos, en definitiva, de inseguridad, que los Ayuntamientos de los pueblos de Castilla y León, que también sufrís las consecuencias de las fluctuaciones económicas, mitigáis con vuestro esfuerzo y conseguís para los ciudadanos un estilo de vida ejemplar y envidiado en cualquier ciudad de España.

Desde las Cortes de Castilla y León, en donde las ideas se enriquecen y contrastan con otras ideas, aún a veces del todo diferentes, entendemos, junto con vosotros, alcaldes y concejales, que debemos entender la política como un trabajo colectivo. Ahora más que nunca hay que abandonar la unilateralidad y, dada la escasez de recursos existentes, las intervenciones conjuntas de las Administraciones Públicas, contando con la iniciativa privada, deben de ser intensificadas, propuestas y lideradas por quienes gozáis de proximidad territorial.

Como castellana y leonesa comprometida con su tierra, quiero enviaros, desde las Cortes de Castilla y León, la felicitación de los ciudadanos de la Comunidad por este insigne cumpleaños, pero sobre todo, quiero ofreceros el apoyo incondicional de los castellanos y leoneses a vuestra inmensa labor como Corporación Municipal, que hoy nos sirve de ejemplo de las dos mil doscientas cuarenta y ocho corporaciones con las que cuenta nuestra región. Muchas gracias.